Staff barilochense se moviliza para ser parte del Festival Buenos Aires Rojo Sangre

El Cordillerano dialogó con Melisa Szechet, integrante de un colectivo que tiende a ampliarse. La rueda se pondrá en marcha en la noche de mañana jueves. Solicitan acompañamiento a través de Ideáme.

Puro vértigo. Participar del Festival Buenos Aires Rojo Sangre no es para parsimoniosos: el jueves por la noche los organizadores darán a conocer la temática general, el género y el objeto que deberá comprender el cortometraje. 72 horas después, es decir, en la noche del domingo, el trabajo audiovisual deberá estar listo para su remisión. Desde Bariloche, participarán de la iniciativa Andy Sakkal (guion); Damián Leibovich (dirección); Juan Manuel Alari (producción) y Melisa Szechet (asistencia en producción y montaje). Pero el staff inicial decidió abrir la convocatoria.

“Es la tercera vez que participamos de este concurso”, le dijo Szechet a El Cordillerano, al asumir la interlocución del grupo. “Hace dos años éramos tres, después se sumó más gente al equipo y ahora estamos convocando a muchos más técnicos y elenco. A través de Idéame, una plataforma de crowdfunding, también estamos convocando a que nos ayuden con recursos económicos. La convocatoria está abierta a la comunidad de Bariloche y también de Buenos Aires, porque la mayoría del equipo es de allá pero la gente de Bariloche está brindándose con la técnica y con actores para el corto”, introdujo.

La modalidad de Rojo Sangre es como mínimo, llamativa. “Es un festival que se organiza en Buenos Aires y en el concurso, proponen escribir, dirigir, realizar, editar y entregar todo en 72 horas. Es por eso que también se llama Fin de Semana Sangriento, porque estás con la adrenalina y el vértigo puro ahí, desde el jueves a la noche, cuando nos dan la consigna del género. Puede ser suspenso, drama, musical, de terror, road movie y otros. Son varios géneros”, describió la joven cineasta.

Ni siquiera esbozos de guion tiene sentido anticipar. “No, el jueves a la noche vamos a estar reunidos y entre el guionista y el director, van a empezar a escribir alguna idea. Tenemos ganas de hacer algunas cosas pero no hay nada definido, porque por ahí pensamos en algo y nos toca otra cosa, así que ahí ya nos cambiaría todo”, justificó. “La idea es trabajar todo el viernes con el guion y consiguiendo cosas que el guion nos proponga para poder grabar el sábado de día y en la noche lo que dé. El domingo, editar rapidísimo imagen y sonido para entregar el domingo a la noche. Hasta ese día tenemos tiempo, si no quedamos eliminados. Pero vamos a llegar, porque la experiencia lo demuestra y tenemos muchas pilas. Se puede”, auguró.

Una Mención Especial como piso

En efecto, el camino que ya recorrió el grupo impulsa a doblar apuestas. En las dos ediciones anteriores “quedamos seleccionados, lo cual ya es un mérito y el año pasado recibimos una Mención Especial por el corto que grabamos: La otra historia. Ese corto lo dirigió Vanesa Mühlmann, en género Falso documental, temática Futurista y después, el objeto que tenía que aparecer eran Las manos de Perón”, historió Szechet, ante la sorpresa del cronista.

Lejos de amilanarse, “usamos unas manos de látex que tenía una maquilladora amiga, las encontrábamos en el Nahuel Huapi y bueno, ahí empezaba la historia”, señaló. “Como mucho, el corto tiene que durar 7 minutos. Se entrega y ellos, después lo proyectan en el festival de Buenos Aires, donde dan los premios, que pueden ser económicos, equipos o efectos especiales, maquillaje y demás. Este año esperamos ganar uno de los tantos premios”, se esperanzó la inminente asistente.

La movilización que se avecina será considerable. “Se armó un equipo re-grande. Empezamos siendo cuatro: Damián Leibovich, Juan Alari, Andy Sakkal y yo. Después se sumaron 10 técnicos más, 15 actores, todos talentos de Bariloche y de la zona, así que estamos muy orgullosos de esta movida que se está haciendo. La verdad, estamos armando el equipo desde el corazón y la voluntad”, proclamó Szechet.

“Yo soy realizadora, productora, actriz y fotógrafa (risas)”, se definió. Participar del Festival Buenos Aires Rojo Sangre tiene como atractivo “la creación en el momento, instantánea y espontánea. Creación al 100 por ciento estando en equipo, creando algo que es colectivo y que también eso se vea al día siguiente, se realice, se edite y se entregue”, destacó. “Los procesos de cine son en general más largos y esto da una aventura: creerte capaz de escribir una historia con ciertas consignas, volar un poco la imaginación, manifestarlo consiguiendo todo lo que el guion propone y editarlo para que quede el producto terminado y se difunda, no solo en este festival sino en otros donde podamos mandarlo como producto regional”, adelantó.

Sin embargo, “a los cortos anteriores no los difundimos tanto. De hecho, a La otra historia todavía no la publicamos porque con la directora estuvimos viendo de corregirle algunas cosas. Nunca las corregimos, entonces todavía no está en las redes. El anterior sí, estuvo en un festival que se hizo hace poco en El Bolsón, quedó seleccionado y se proyectó”, señaló. Se trata de “Cuentas pendientes”. La nueva cuenta regresiva está a punto de comenzar.

Todo en un día

Las distancias entre el cine convencional y la modalidad que impone el Festival Buenos Aires Rojo Sangre saltan a primera vista. “Son tiempos de cortometraje, hay que hacer todo en un día, cuando el rodaje de una película por ahí, son cinco semanas de convivencia en equipo”, diferenció Melisa Szechet. “Es todo en versión acotada y rápida en el momento, pero no hay mucha diferencia con un rodaje profesional de largometraje. Tiene ese formato y está bueno que esa sea la propuesta”.

Lejos de aguardar complicaciones ante el crecimiento del staff, la realizadora es optimista. “La idea está en conocerse, en armar equipo y en confiar en que el compañero está haciendo lo que tiene que hacer, aportando lo mejor de sí. Eso hay que absorberlo y tomarlo para que dé lo mejor para todos, cada uno desde su rol y lugar. Tenemos una reunión el jueves, cuando estemos reunidos en la previa de recibir el Género y el Objeto que tiene que estar en presencia en el corto”.

Más allá de la indefinición, algunas ideas se precisaron. “La locación ya está: Selina Bariloche. Queremos hacerle un homenaje a El resplandor (Stanley Kubrick – 1977) y el hotel nos parece una buena locación. Nos abrieron las puertas, así que ahí vamos a estar rodando. Si nos llega a tocar road movie, saldremos del hotel o volveremos (risas) pero bueno, esas son las cosas que nos propone el concurso, que están buenas para resolver en el momento, con la creatividad de varias cabezas pensando, impulsando y creando. Para mí va a estar buenísimo”, avizoró.

Szechet parece disfrutar de la ampliación del equipo. “Para el primer corto éramos tres y todo salía tiqui tiqui… Ahora se va a ver otra producción, el domingo a la noche ya va a estar editado y el 21 de noviembre va a ser el festival, con una semana de proyecciones en Buenos Aires. Por ahí, antes lo podemos mostrar en Bariloche y difundir por otros festivales”, anunció. Precisamente, se prevé mostrarlo en el mismo reducto.

De ingresar a la selección, es intención del equipo acompañar la proyección. “Nos gustaría, tenemos gente en Buenos Aires que nos espera, así que tendríamos un posible viaje. Estaría buenísimo ir, porque hasta ahora siempre lo vivimos a la distancia. El año pasado, una amiga nos hizo de movilera y nos iba transmitiendo desde Instagram cómo era la proyección, la cantidad de gente que había, hizo entrevistas y así lo vivimos. Pero por ahí, en este caso, algunos podemos viajar”, insistió.

Quienes tengan intenciones de sumarse a la faceta colectiva del asunto pueden hacerlo “por redes sociales con cualquiera de los integrantes del equipo: Damián Leibovich o Kiwi Producciones Audiovisuales, que es su productora; Andy Sakkal; Juan Alari o yo. Y se pueden meter en Ideame.com para aportar financiamiento”. Como quedó en evidencia, ¡no hay tiempo que perder!

Adrián Moyano