CON “(LO QUE NO SE ESCUCHA). PAISAJES SONOROS”

| 16/09/2019

La Primavera Teatral Bariloche tendrá su faceta experimental

Adrián Moyano / Fotos: Tonny Romano
La Primavera Teatral Bariloche tendrá su faceta experimental
Ángeles Verta.
Ángeles Verta.

La obra surgió de un proyecto de investigación en la carrera de Arte Dramático de la UNRN. Bajo la dirección de Flavia Montello, actúan Ángeles Verta, Emilia Herman, María Lemú Pinnola, Sofía Suez y Mariana Travín. Aquí, un anticipo.

La inminente Primavera Teatral Bariloche contará con su cuota de experimentación. Correrá por cuenta de “(Lo que no se escucha). Paisajes sonoros”, obra que surgió de un proyecto de investigación en la carrera de Arte Dramático. La propuesta se pondrá a consideración del público en dos oportunidades: el sábado a las 19 y a las 20 en la sala de la Escuela Municipal de Arte La Llave. La frecuencia será posible porque se extiende solamente por 30 breves pero intensos minutos.

En la redacción de El Cordillerano, describieron el camino recorrido Flavia Montello y Ángeles Verta, directora y una de las actrices, respectivamente. La primera señaló que el trabajo “es el producto del primer Proyecto de Investigación en Creación Artística (PICA) de la UNRN. Veníamos trabajando en un proyecto anterior una técnica de la voz hablada expresiva, que se llaman Formación del Habla, y en este, nos propusimos hacer una creación en la que la voz hablada estuviera en primer plano, que fuera protagonista. No sabíamos qué iba a salir pero con esa libertad y expectativa nos pusimos a hacer la producción. Este es el producto”, subrayó.

Verta también se detuvo en la previa. “Hicimos todo un proceso de elección de textos, para que tuvieran una riqueza desde el lenguaje, las pausas y desde cómo estaban escritos. Desembocamos en didascalias de las obras de teatro, es decir, lo que no se dice en escena sino que se hace con el cuerpo, son las acciones que figuran entre paréntesis en los textos. Entonces, lo que hacemos es llevarlos a la escena y decirlos. La obra es una conjunción de tres textos, de didascalias de tres textos”, resaltó la joven actriz.

Su directora informó que oficiaron de fuentes “Naturaleza muerta con naranjas podridas, de Pablo Longo; Ni un paso atrás, de Carolina Sorín; y Malahuella, de Carol Yordanoff. Primero vimos Naturaleza muerta, solo las didascalias, que son muy bellas y siguiendo su hilo, llegamos a las otras dos obras, que también tienen didascalias hermosas. Pensamos que estaban muy bien escritas y bellamente dichas para nunca escucharse, porque solo las conocen los actores, los directores o los técnicos que se relacionan con los textos, así que ese fue el concepto: ponerle voz a lo que no se escucha”, señaló.

Coro hablado

El producto “es un coro hablado, eso es lo que hay en escena”, adelantó Verta. “Lo que nos propusimos en este protagonismo de la voz fue generar atmósferas, por eso el título de la obra. Es una conjunción de todo esto que quizá no tiene como principal objetivo un hilo o una historia, que es lo que comúnmente vamos a ver al teatro, sino este tránsito por distintos paisajes sonoros”, añadió.

“Decimos que es una producción experimental y también, esa fue la libertad que nos dio estar en un proyecto de investigación”, sumó Montello. “No partíamos de una obra de teatro tradicional con la expectativa de que viniese mucha gente o vivir de eso, sino al revés: investigar y a partir de una creación, producir conocimiento. Eso nos dio libertad para buscar la forma y llegar a algo que no es para nada habitual, es muy experimental y los espectadores están en una posición no convencional para escuchar”.

En el hecho teatral “nos guiamos por un coro que habla, en lugar de cantar. Las actrices hablan y se mueven en el espacio, dirigidas por mí a través de un código de señas, como el código de las señas de percusión, pero para la voz hablada. Entonces, hay momentos pautados y hay otros de improvisación. A través de la improvisación sonora creamos estos ambientes y todo lo que se escucha son elementos de la voz habladas, fonos, sonidos de las letras del lenguaje, no hay otra cosa que eso, sea aislados como sonidos o en forma de texto”, completó Montello.

En particular, “cuando aparecen los sonidos aislados, lo que tratamos de hacer es pintar con esos sonidos las atmósferas y los paisajes, en un sentido vasto, el entorno de lo que estuvimos contando”, aportó la directora. “Lo contamos de un modo a nivel historia y también sonoramente. No tiene un hilo de historia convencional, como muchas de las obras de teatro, y eso también fue parte de la decisión: tratar de hacerle una zancadilla a la razón, al intelecto. Que la cabeza tratara de buscar algo que en algún momento iba a perder y que no le quedara otra que entregarse a lo sonoro”.

Según la teatrera, “es muy difícil lograr que las personas se entreguen a lo sonoro de la voz hablada porque la conocemos mucho y la usamos todo el tiempo de un modo informativo. Entonces, que relajen todo eso y se entreguen a lo sonoro puramente, es muy difícil. Muchas de las decisiones que tomamos tenían que ver con eso: que no pudieran seguir un hilo de historia, que aparecieran por momentos sonidos aislados, que los espectadores estuvieran acostados”, precisó.

En escena, el elenco se completa con Emilia Herman, María Lemú Pinnola, Sofía Suez y Mariana Travín. “Fue un trabajo de mucha conexión entre nosotras, mucha escucha. Al venir de un proyecto de investigación de varios años, a todos estos principios del método los fuimos profundizando y agudizando. Al momento de la función, personalmente me siento muy segura, tanto con la dirección como con el grupo, sabemos de la sutileza de escucharnos y de entrar juntas en los momentos en que tenemos que entrar. Dura poquito pero es muy intensa y cada función es seguir profundizando y descubriéndonos a nosotras en el modo de decir, en cómo sale la voz. Es muy fluido”, compartió Verta. Prestar oídos a todo aquello que de modo habitual, no se escucha. Esa es la invitación.

Percepción del sonido puro

“(Lo que no se escucha) Paisajes sonoros” se estrenó en marzo último y sus hacedoras se confiesan “recontentas. También por lo que recibimos del público”, apuntó Flavia Montello, directora de la particular puesta. “Nos interesa mucho el ida y vuelta, de hecho antes de estrenar hicimos un ensayo abierto a partir del cual dimos vueltas de tuerca. Nos pasa que todo lo que buscábamos, que era activar una escucha sensible, que se conectaran con lo sonoro del lenguaje y con la percepción del sonido puro, se está logrando. Nos lo reflejan y la verdad, estamos recontentas”, insistió.

La idea es ir por más. La experiencia “está basada en una técnica vocal y a partir de ahí, salió esta producción del proyecto de investigación. Tenemos ganas de seguir y ahora aparecieron ideas para darle una vuelta de tuerca más a las posibilidades de improvisación, acercándose más a la improvisación en percusión, que es puramente improvisación. Acá hay textos que están aprendidos y a partir de ahí, se improvisa. Esa vuelta de tuerca sería un próximo desafío”, avisó la directora.

Ángeles Verta añadió que “la verdad, no es algo que se vea muy comúnmente, según lo que también nos han devuelto los espectadores. Parece cliché pero realmente se genera algo único. El método tampoco está muy difundido en la Argentina, así que también es todo un logro de parte de Flavia. Como actrices también nos da mucha intriga saber cómo se escucha, porque nosotros estamos ahí y eso que se genera, no hay forma de escucharlo por más que se grabe. No es lo mismo y eso es también súper valioso del proyecto”, resaltó.

Adrián Moyano / Fotos: Tonny Romano

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