Fiedrich: “Nuestra intención no es avasallar los derechos de nadie, pero no entienden que es una propiedad privada”

Así lo afirmó Juan Emilio Fiedrich, propietario de los terrenos en el cerro Ventana, tras el conflicto que se generó con la comunidad mapuche que intenta recuperar las tierras.

Este martes se inició un importante conflicto en el cerro Ventana, entre integrantes de la comunidad Buenuleo, quienes se instalaron en el faldeo del mencionado cerro, para tratar de hacer valer sus “derechos ancestrales” sobre las tierras y el propietario de las mismas.

Por este motivo el titular de esas tierras, Juan Emilio Fiedrich, fue entrevistado el viernes pasado por Antonio Zidar, durante el programa radial El Expreso Periodístico, por El Cordillerano Radio 93.7.

Sobre este tema, Fiedrich informó ser el único que figura como propietario en el boleto de compraventa, “pero somos varias familias y amigos”.

“Nosotros compramos las tierras en 2009 a una persona que le había comprado a don Antonio Buenuleo en 2001, cuando fuimos a realizar la transacción nos asesoramos con un abogado, preguntándole cuales eran los pasos legales para escriturar”, comentó.

En esa línea, señaló que el abogado les avisó que la mayoría de las personas compra con boleto de compraventa, pero les aconsejó que estén certificadas las firmas. “Entonces se le pidió a la persona que nos iba a vender que las firmas de Buenuleo estén certificadas ante un escribano público, así estaba cuando compramos”.

Fiedrich advirtió: “todos los terrenos de El Pilar 1 y 2 fueron comprados directa o indirectamente a Antonio Buenuleo a través de boletos compraventa. Algunos no lo tienen firmado, por ejemplo por algún juez de Paz, otros sí o solamente con escribanos, nosotros elegimos que las firmas estén certificadas ante escribano público para que no haya inconvenientes”.

En cuanto a lo que se reclama desde la comunidad, el titular de las tierras indicó: “ellos hablan del año 2014, pero cuando nosotros fuimos a chequear el plano del municipio resultó que el lote pastoril 127 del barrio El Pilar 2 no existía en su totalidad, existía un plano del año 1972 y de ahí viene la confusión”.

Según explicaron representantes de la comunidad y del CODECI que asistieron a la audiencia de conciliación este miércoles, la familia denunció muchos años atrás que existió una maniobra fraudulenta para que privados se quedaran con la propiedad que originalmente correspondió al lonko Buenuleo.

En esta línea, Fiedrich explicó que ellos mismos creían que Antonio Buenuleo era el titular de las tierras, pero en realidad Buenuleo viene a ser el abuelo de esta persona que falleció no hace mucho y que se llama de la misma manera, “entonces Catastro también firmó un plano creyendo que él era el titular”.

Asimismo, expuso que ante ese inconveniente comenzaron a averiguar cómo se podía resolver, por lo que formaron una comisión de tierra, integrada por un grupo de vecinos, que tenía como finalidad poder regularizar el plano.

“Se inició el trámite para confeccionar el plano y se contrató a un agrimensor para que se realice el plano del lote de El Pilar 2”.

“En el 2009 compramos y en 2010 empezamos a recorrer con el agrimensor, no sabíamos con certeza donde empezaba para levantar un obrador y empezar a constituirnos, entonces el agrimensor comenzó a trabajar y cuando estaba más o menos definido el tema, levantamos el pequeño obrador, que un día desapareció y lo que no se robaron lo rompieron”, relató.

Preguntado por el enfrentamiento con la comunidad Buenuleo, aseguró no haber tenido nunca un conflicto ya que nunca trataron con ellos. “Ahora tomó cartas en el asunto el Municipio, Tierras y Viviendas nos empezó a ayudar hace un par de años, encontraron que había una solución para regularizar el barrio y que todo el mundo tenga su título”.

Consultado por su representación legal en el caso, Fiedrich admitió que Laura Zannoni (ex titular del Instituto Municipal de Tierra y Viviendas) es su abogada. “Nos la recomendó un amigo porque ella iba a saber entender los derechos de la comunidad, porque ha sido abogada de comunidades mapuches”.

“Nuestra intención no es avasallar los derechos de nadie, pero la parte que no se entiende es que eso es una propiedad privada de 635 hectáreas con titular registral, está en Rentas y Catastro. Tuvo un dueño original, después pasó al hijo y el nieto empezó a vender los lotes en El Pilar 1 y 2”, explicó.

Finalmente destacó que lo que le llama la atención es la manera en que se dio el procedimiento que hicieron las autoridades encargadas de darle la tierra a la comunidad, negando que el CODECI (Consejo de Desarrollo de las Comunidades Indígenas) se comunicara con ellos.