DOS ACOMPAÑANTES LOGRARON ALEJARSE CON VARIOS KILOS MÁS

| 09/09/2019

Fue detenido con una caja de carne al hombro: cuatro meses de prisión efectiva

Mariano Colombo

 

Sus compañeros de andanzas escaparon con gran parte del botín, pero él resultó detenido a pocos metros del lugar en el que tras romper un candado, habían logrado apoderarse de casi doscientos kilos de carne. Se declaró culpable y aceptó una condena de cuatro meses de prisión. Antes de fin de año, recuperará su libertad.

Francisco Gilardoni ya registraba una condena anterior por el delito de robo. Había sido una pena de prisión en suspenso dictada en abril de 2016, que incluía el cumplimiento de pautas de conducta. El tiempo transcurrió pero no lo suficiente. Si bien la condena se dio por agotada, al recibir una nueva sanción penal en tan poco tiempo, la misma es de cumplimiento efectivo. Siendo más joven, Gilardoni había conocido la prisión tras la unificación de varias condenas que culminaron con la pena única de trece años de prisión.

Así, los cuatro meses de prisión que acordó este lunes (9/9) en el marco de un juicio abreviado, serán efectivamente tras las rejas. Pero como el acusado resultó detenido el día del hecho y llegó a la audiencia en calidad de detenido, al momento de efectuarse el cómputo de la pena se determinará que seguramente saldrá en libertad antes de fin de año.

El sujeto, oriundo de Cipolletti y de 33 años, fue detenido el pasado 11 de agosto cuando junto a otros dos individuos habían logrado traspasar el cerco perimetral trasero de una cervecería instalada frente a Playa Bonita y tras romper el candado que cerraba un container, se apoderaron de unas seis cajas provistas por un frigorífico y que contenían estimativamente unos treinta y cinco kilos de carne cada una.

Según la acusación que planteó en audiencia el fiscal adjunto Gerardo Miranda, dos de los acusados, lograron escapar de la escena transportando consigo unas cinco cajas de la mercadería, gran parte de los cerca de doscientos kilos. Pero Gilardoni fue detenido a pocos metros del lugar, tras una breve persecución en la que los agentes que arribaron al lugar, alertados por una alarma, observaron como intentaba escapar transportando un prominente bulto sobre un hombro.

Justamente que sus dos acompañantes hayan logrado escapar del lugar, fue determinante para la calificación legal del hecho, ya que fue acusado por robo simple en grado de consumado, mientras que si hubiese actuado en soledad o sus compañeros resultaran detenidos, hubiera quedado simplemente en una tentativa de robo.

Durante la investigación del caso, la Fiscalía logró revisar cámaras de seguridad en la zona y otros elementos probatorios que permitieron despejar una calificación legal del hecho más grave, que se había adoptado inicialmente en la investigación.

Por ello, considerando fundamentalmente la situación de detención al momento mismo de consumación del hecho, a Gilardoni no le quedó mucho espacio para discutir la acusación y terminó reconociendo su responsabilidad en el hecho. Asistido por el defensor Manuel Mansilla, aceptó la propuesta de condena del fiscal y acordó con la calificación legal dada al hecho.

Así, el juez Marcos Burgos evaluó los alcances del acuerdo propuesto y celebrado entre las partes y lo homologó, decretando la condena de Gilardoni a cuatro meses de prisión efectiva, por el delito de robo simple.

Los dos “compinches” de Gilardoni, aún no fueron identificados. Tampoco se conoció el final de los cerca de 180 kilos de carne que lograron llevarse de la cervecería el día del hecho.

Mariano Colombo

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