PANORAMA

| 16/07/2019

Éxitos y fracasos en las pymes

Éxitos y fracasos en las pymes

La mayoría de los emprendedores y dueños de pequeñas y medianas empresas (pymes) encuentran las causas principalmente fuera de la empresa y sobre todo en el entorno político-económico. En general, más allá de las políticas del gobierno de turno, de los vaivenes de la economía de la región o de las motivaciones de las nuevas generaciones de empleados, hay algo que hace que algunas empresas fracasen pero que otras continúen creciendo y hasta se conviertan en grandes empresas.

El problema común que se observa en las pymes y emprendimientos es la falta de profesionalización. Esto implica un enfoque más serio de la empresa para lograr la calidad del producto y servicio que ofrece, estandarización en las operaciones, una mejora en la gestión de los empleados, mayor control de los insumos y sus proveedores, planificación de las acciones, análisis de los resultados y finalmente, una revisión del liderazgo de los dueños.

A diferencia de lo que ocurre en las grandes empresas que cuentan con directorios y diversos asesores, la supervivencia de la empresa está fuertemente relacionada con el conocimiento del dueño. Muchos de los empresarios están altamente capacitados, son ingenieros, médicos, contadores, otros tienen años de experiencia en su trabajo, todos son expertos en su producto o servicio, pero eso no es suficiente para tener todas las respuestas.

Normalmente los emprendedores se centran en un producto exitoso, pero otras cuestiones quedan de lado por falta de tiempo, desconocimiento, falta de interés en el tema o simplemente por la incapacidad humana de poder abarcar todos los posibles problemas.

Es muy importante el liderazgo, la dirección normalmente tiene una visión incompleta de todos los componentes de la empresa y su interrelación, el foco suele estar en las áreas que atraen, se fomenta sin querer el individualismo por tener que resolver las cuestiones “rápidamente” y falla cada vez más el trabajo en equipo, los líderes tienen miedo a involucrar a los empleados en las decisiones y les cuesta maneja la frustración cuando factores externos impactan el negocio.

En cuanto al equipo, no es fácil tener el olfato para reclutar personal competente, falta mucha capacitación del líder y de los empleados, por lo general falta una estructura salarial justa donde predomine premiar la experiencia, resistencia al cambio, se teme al asesoramiento de expertos externos a la empresa para que no “nos roben las ideas”. En resumen, no sobra el tiempo para escuchar a la gente y para trabajar en equipo.

Por último es necesario conocer el mercado, la competencia directa, ya que el cliente es el primer afectado ya que una organización precaria de la empresa y una escasa capacitación lleva a una mala atención al cliente, no considerando sus necesidades y quejas en el diseño del producto o servicio. También falta el enfoque en un tipo de cliente específico, no hay plan de ventas que considere los picos de demanda y las bajas de trabajo. Se suelen evitar la inversión en promoción, y en investigación de mercado: hay desconocimiento de las ventajas competitivas y debilidades propias, y minimización de las fortalezas de la competencia. (Datos: destinonegocios.com)

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