Se reunieron referentes de espacios barriales para planificar actividades y acompañarse

Impulsado por Ojos de Cielo se realizó un encuentro del cual participaron referentes de algunos merenderos, de centros de adultos mayores y de la Red Solidaria Bariloche. La meta fue conocer las inquietudes y realidades de cada uno de ellos para, de manera articulada, y de aquí en más, trabajar en conjunto y acompañarse en momentos tan críticos como los que se están viviendo.

Lo cierto es que muy pocos reciben ayuda del Estado, razón por la cual solo cuentan con los aportes de vecinos o instituciones locales para poder mantener el plato de alimento o la merienda que brindan a los chicos y mayores que tienen recursos económicos insuficientes.

Pero no solo se trata de la alimentación básica, además brindan contención, talleres y propician espacios para el diálogo, para que de esta manera tengan la posibilidad de contar con alguien si hubiera un momento de caída anímica.

Es desde estos lugares desde donde también se conocen las situaciones reales de muchas familias, las que tratan de resolver, compartiendo algo de lo poco que tienen o les llega; solo se mantienen en el tiempo gracias a la fortaleza y la necesidad de pensar en el otro.

Participaron María Catalán, del Copa de Leche, Beatriz Curruhuinca, del Nahuel Hue, Mónica y Ana Pauletto de Red Solidaria, Oriana del Centro de Abuelos No me olvides -acompañada por una de las beneficiarias-, Raquel y Nancy Bustos de Ojos de Cielo junto a Federico, uno de los más antiguos de ese centro.

La sorpresa del encuentro estuvo dada por una visita muy especial, Marisa Di Giambatista y uno de sus hijos, quienes les regalaron algunas canciones de La Maroma.

De esto surgió la idea de realizar un encuentro de manera mensual, el de agosto será en la sede del No me olvides, para que todas vayan conociendo los diferentes lugares donde desarrollan sus actividades solidarias.

Generar esta clase de reuniones además de ser necesarias, contribuye a hacer visibles realidades muy duras. Juntos es más simple y en base a eso, intentarán manejarse, invitando a sumarse a referentes de otros merenderos de la ciudad. Son momentos muy emotivos que sirven para no sentirse tan solas frente a las adversidades.

Susana Alegría