02/07/2019

“Buñuelos” y “Ostras frescas”, nada de quedarse en casa

Adrián Moyano
“Buñuelos” y “Ostras frescas”, nada de quedarse en casa
Pasaje de “Buñuelos, una síntesis del viento”.
Pasaje de “Buñuelos, una síntesis del viento”.

En la primera de las obras, La Rueda Teatro plantea recorridos por historias personales pasadas. En la segunda, Osmosis Teatro incursiona en situaciones “existenciales, bizarras y dialécticas”.

Fin de semana con teatro por partida doble en El Brote (Beschtedt 568). Por orden de aparición, el viernes desde las 21.30, La Rueda Teatro dará a conocer “Buñuelos, una síntesis del viento”, obra que reúne sobre el escenario a jóvenes teatreras. Al día siguiente, desde las 21, será el momento del Grupo Osmosis Teatro, que presentará “Ostras frescas”, dramaturgia de Luis Cano. En ambos casos, el bono contribución se reducirá a 200 pesos.

Un poema sirve como introducción para el primero de los trabajos: “Un adiós que no termina / Miranda y Catalina (corazón de serpentina) / Despedidas y reencuentros... / De un tiempo que no es tiempo / Un sueño encima de otro sueño / Un té... un abrazo... un juego... / Esperan el amanecer (viendo una peli de Buñuel)”. Por La Rueda Teatro se suben al escenario Abril Beato y Aylin Acuña.


Los personajes de “Ostras frescas”.

Según se anticipó como sinopsis, “la obra transcurre en el último tramo de vida de Catalina, en donde Miranda le asiste. Jugando en diferentes espacios y con distintos personajes, traen al presente sus historias personales pasadas, recuerdos de exilio, de amor, de dolor, compartiéndolos a veces distorsionados y con humor, pero siempre con la esencia de lo vivido”. Aportaron miradas de dirección Adrián Beato, Rocío Encina y Tatiana Canale.

El resto del staff se compone con Luciano Batalla y Maru Lynch en el trabajo técnico de luces y sonido. La musicalización y demás sonidos, son aportes de Cristian Lagos y Gastón Acosta; mientras que de la escenografía y el vestuario se ocupó Frida Pellegrini. El diseño gráfico de la compañía, trabajo de María Meazza. “Buñuelos, una síntesis del viento” se extiende por 50 minutos.

Mentiras que justifican la vida

“Bujarin y Maklakov esperan la llegada de un ataúd en una estación de trenes. En la espera se suceden diversas situaciones existencialistas, bizarras y dialécticas”, adelantó el Grupo Osmosis Teatro. “Ostras frescas” es una pieza dramática que tiene como autor al dramaturgo capitalino Luis Cano. Se estrenó en 2002 y en el Centro Cultural “Ricardo Rojas”, precisamente de Buenos Aires. Osmosis la trajo a Bariloche en un marco de investigación teatral que se dio en el Taller de Montaje que coordinaba Mariano Beitia, ahora director del elenco.

La versión barilochense de “Ostras frescas” se estrenó a fines de 2018 en el salón de la junta vecinal del barrio Melipal. En 2019, ya se llevaron a cabo seis funciones en el mismo ámbito y ahora, es momento de que la puesta se arrime al centro. La obra “toma como eje principal la espera, la amistad interesada de dos individuos cercanos y su paso por la vida y el existencialismo. Dos personajes atemporales y surrealistas, Bujarin y Maklakov, esperan en un andén de estación la llegada del féretro del general Keller, que viene desde la Manchuria”, adelantó la sinopsis.

Ocurre que “en un estado de agobio y desolación, los personajes se relacionan a través del poder y las diferencias intelectuales. Estas acciones se vuelven desopilantes y risueñas, hasta un poco extravagantes, en un contexto de solemnidad y despersonalización. Los diálogos son extraños, hasta ridículos, y nos dan la idea de la sutil existencia de la humanidad y de las mentiras que necesitamos para justificar nuestra vida”, cuestiona Osmosis.

En “Ostras frescas”, la dirección corre por cuenta de Mariano Beitia, pero aportan actuación sobre el escenario Jorge Gallo y Luca Schenone. Comedia dramática, “Ostras frescas” apenas se extiende por 40 minutos. Todo sucederá en la sala del Teatro Social El Brote.

Adrián Moyano

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