Lucio Spanghero: el barilochense que sueña con arbitrar en el básquet internacional

El joven referí reside en Buenos Aires y pudo arbitrar en los días pasados un torneo formativo a nivel nacional. Asegura que su sueño es convertirse en árbitro FIBA. En diálogo con El Cordillerano el barilochense contó su presente en el mundo del arbitraje y cómo su vida cambió con ello.

Con poco más de un año en el mundo del arbitraje, Lucio Spanghero, pudo estar en su segundo campeonato argentino el último fin de semana. Fue en Santa Fe en el Torneo Nacional de Selecciones U15. Luego de haber llegado a Buenos Aires como una de las promesas barilochenses del básquet, el joven entendió que el camino en el deporte sería otro, esta vez impartiendo justicia. En una charla con diario El Cordillerano, Spanghero contó su historia y lo que le depara para el futuro.

“Me gusta hacer las cosas bien” aclaró Lucio, consultado sobre la decisión de empezar a arbitrar. “Como jugador no se gana económicamente como uno desea. Lamentablemente no iba a poder vivir del básquet” indicó. “Me gustó la idea de continuar ligado al básquet, es el deporte que amo” contó el joven quien además estudia el profesorado de Educación Física.

Siendo su segundo torneo argentino (el año pasado arbitró en el U13 de Córdoba), Lucio también viene dirigiendo los partidos de Liga de Desarrollo (reserva de los equipos de la Liga Nacional) además de los campeonatos de la Federación de Básquet Área Metropolitana de Buenos Aires (FEBAMBA).

Habiendo jugado en Obras y Banco Nación el barilochense optó por el arbitraje hace un año atrás, “fue por una cuestión deportiva. Llegué a Buenos Aires siendo ‘la promesa’ y me di cuenta que no podía. Con 1.95 de altura se me dificultaba jugar de ala pivote que es la única posición en la que dominaba. Tenía pocas chances”.

Al recordar sus momentos de jugador y su relación con el arbitraje Spaghero no dudó: “no tenía diálogo alguno cuando era jugador. Yo jugaba y no hablaba. Tenía compañeros a los que les decía que no se metan con el árbitro. En Bariloche cuando jugaba en el CEF 8, no había una figura de árbitro, dirigían los profes” recordó.

“Ser árbitro cambió mi forma de ver reglamentariamente el juego. De conocerlo desde otro lado” relatóel barilochense, y agregó “ahora entiendo que todo tiene un porqué y que no todo está dejado a la suerte”.

Cuando la pregunta fuesobre su sueño Lucio no duda, “llegar a ser árbitro FIBA (internacional). Pero es algo difícil. Además de lo reglamentario hay que saber inglés, que a mí me cuesta. Además hay que saber el reglamento al 100% y saber todos los detalles del deporte” indicó el joven referí, quién finalizó “quiero seguir creciendo en esto y que se me sigan abriendo las puertas”.

David Argel