Del campo a la ciudad: un ejercicio de memoria colectiva

La obra de teatro documental “Del campo a la ciudad y otras memorias” rescata las historias de vida de las personas mayores que participan de la Mesa de Concertación “Sueños y Esperanzas”. Fue a partir de la articulación entre el Municipio y la UNRN.

Son historias que vinculan a la región, que ponen nombre, apellido y recuerdos a diversas experiencias de vida: se trata de la obra de teatro documental “Del campo a la ciudad y otras memorias”, que tuvo su segunda presentación hace pocos días en la Escuela Municipal de Arte La Llave, con gran emoción entre el público y los mismos protagonistas.

La presentación se dio en el marco del proyecto “Viajando con el Recuerdo”, que impulsa la Mesa de Concertación “Sueños y Esperanzas” junto a la Dirección de Promoción Social (Secretaría de Desarrollo Social, Cultural y Deportivo) de la Municipalidad. La iniciativa de crear esta obra surgió de la articulación institucional de esta área con el proyecto de investigación de la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN) “El desplazamiento a las ciudades como efecto del genocidio indígena: una aproximación etnográfica al caso de Bariloche”.

El objetivo es poner en valor los procesos históricos de la región que hilvanan desplazamientos y trayectorias de vida de las Personas Mayores que participan de la Mesa de Concertación “Sueños y Esperanzas”, de los Centros de Atención y Articulación (CAAT) Nº 4 y 5/6 de la Dirección de Promoción Social.

Así, el pasado 14 de mayo en la Escuela Municipal de Arte La Llave se realizó una nueva presentación de la obra “Del campo a la ciudad y otras memorias”, la cual fue el resultado del taller que durante 8 meses dictaron estudiantes avanzados de la carrera de Arte Dramático de la UNRN. Allí, el teatro documental fue la estrategia metodológica que permitió articular técnicas propias de las prácticas teatrales y la producción de datos que brindaron las participantes, a través de los relatos sobre sus trayectorias y experiencias de desplazamientos.

De esta manera, en un clima de nostalgia y alegría, la obra logró el equilibrio perfecto para que el público presente, con menor o mayor distancia, sea testigo y partícipe de la construcción de una memoria colectiva.
A través de la espontaneidad y la ternura, las cuatro protagonistas invitaron a los espectadores a viajar por las historias de su vida y de una época, paseando por emociones, sorpresas, injusticias y reconocimientos. Entre mates y tortas fritas, la escena combinó chacareras, imágenes y pu kollon, con luces y sombras que contaron la vida en el campo y otras memorias.

Finalizada la obra, después del silencio que invadió la sala, el público tuvo un momento para compartir sus sensaciones: “Qué lindo esto que vimos, gracias por hacer de algo tan duro como la vida en el campo, un lugar de alegría”, “Estoy muy emocionada, cuando escuché esa música de camaruco pensé que iban a bailar la rogativa”, “Me encantó verlas ahí, disfrutando. Es muy importante que esto no se pierda y se siga mostrando”, fueron algunas de las reflexiones entre el público.

En palabras de las protagonistas, Delia, Jobina, Elba y Aurora expresaron: “Contamos sólo una partecita, porque si había que contar todo lo que vivimos cada una no terminábamos más; fuimos actrices por un ratito, más allá de los nervios, nos divertimos mucho”.

La Mesa de Concertación de Personas Mayores “Sueños y Esperanzas” está integrada por los Centros de Jubilados El Amanecer, Rosa Mosqueta, Cumbres Nevadas y el Grupo Pirén y lleva a cabo el proyecto “Viajando con el Recuerdo” desde el 2018, el cual ha mapeado mas de 60 lugares de nacimiento con el interés de reconstruir los lugares de origen de las personas que participan, y a través del relato “conocernos más y volver a nuestras raíces” visibilizando la historia en el presente. En ese marco, trabajó con el teatro documental y realizó un viaje a la ciudad de Comallo en el mes de marzo. Como actividades a futuro, pretende visitar el paraje El Maitén y realizar mapas comunitarios de la Línea Sur, Bariloche y el Paralelo 42. (Fuente: Prensa Municipalidad de Bariloche)