TRES FUNCIONES MÁS LOS VIERNES DE MAYO

| 14/05/2019

Alex Benn y Adrián Marré prolongan “Uno nunca sabe”

Adrián Moyano
Alex Benn y Adrián Marré prolongan “Uno nunca sabe”

A partir de textos de Roberto Fontanarrosa, los actores reflexionan sobre las relaciones entre hombres y mujeres, aunque siempre con el humor como columna vertebral. En el MOMA (Traful 210) de Melipal.

La reposición arrancó el mes pasado pero la temporada se prolongará durante los viernes que quedan de mayo (17, 24 y 31 a las 21). Alex Benn y Adrián Marré volvieron a coincidir artísticamente para reflotar “Uno nunca sabe”, una puesta a partir de textos de Roberto Fontanarrosa. La propuesta de los muchachos es “reírse sin parar”, con la falta que hace en 2019. ¿Dónde?, en MOMA (Traful 210), nuevo reducto que puede quedar chico ante el éxito de la convocatoria.

En su caso, Marré admitió “un largo historial” en vinculación con los escritos del rosarino. Precisamente, “Rosario siempre estuvo cerca. Fontanarrosa es una maravilla como escritor, tenía la habilidad de ser cómico pero a la vez, de tener una mirada profunda sobre ciertas situaciones. En los tiempos en que vivimos, la relación entre un hombre y una mujer es particular, entonces volvimos a tomar unos cuentos que ya habíamos hecho y dijimos: vamos otra vez”, historió.

En 2019, “quizás estén desfasados en el tiempo pero siempre hay una mirada respetuosa y profunda hacia cómo el hombre y la mujer se relacionan”, recordó el actor. “Es muy interesante de observar y a nosotros nos encanta. Creo que parte de la vida es el humor y que necesitamos el humor, el otro día leí a alguien que decía: el humor es una de las cosas que nos aleja de pensar en la muerte. Me pareció maravilloso y creo que es verdad: cuando uno ríe, un poco se olvida de la muerte”, coincidió.

Benn recordó que “la habíamos hecho hace unos tres años y cuando se nos ocurrió volver, vimos que es otro contexto y otro momento, entonces aggiornamos varias cosas y la retocamos bastante. Más que sobre una relación (la obra), es sobre el intento de acercarse a otra persona y todo lo que nos pasa sobre la cabeza y todas las cosas que pensamos, juzgamos y concluimos que pueden ser totalmente falsas, entonces se hace muy graciosa porque hay situaciones profundamente absurdas, que nos pasan a todos”.

Explicó el también director que “la aggiornamos a raíz de toda la movida de las mujeres, de la igualdad de géneros, del acercamiento y del lenguaje inclusivo aunque con mucho respeto, porque la revisamos muchísimo. Pero nos reímos de eso, de nosotros mismos en estos tiempos tan difíciles para acercarse al otro e intentar relacionarse, formar una pareja… Estos personajes que hablan de estas cosas en un bar, son la acción de la no acción, porque ninguno de los dos se atreve. Los dos dicen una cantidad de disparates”, resumió.

Picadita

Para “esta puesta que hicimos en el MOMA, este espacio hermoso de Melipal, hicimos como un café concert con mesas, sillas, una copa de vino y una picada, todo dentro de la entrada a título de obsequio. Como los personajes también están tomando un vino, más barato, en un pingüino (risas), nos pareció linda la proximidad, como si fuera un bodegón grande. Y la gente lo disfruta muchísimo y nosotros también”, admitió Benn.

El ambiente de disfrute parece tan marcado que “la gente duda si decimos todo el texto pero sí, lo decimos todo. Quizá no en el mismo orden, pero lo decimos todo (más risas)”, se defendió el actor. “El otro día, una persona decía: parecía todo improvisado”, aportó su compañero. “Eso está bueno porque de alguna manera el texto sale tan natural que pareciera que estos tipos lo dicen por primera vez. Ese es uno de los secretos del teatro, ¿no? Que esas palabras tan ensayadas, dichas tantas veces, aparenten salir por primera vez de la boca de los actores”. Y sí, pero uno nunca sabe…

Cuidado mutuo

La relación artística entre Adrián Marré y Alex Benn se aproxima a la década de existencia. Según el primero, “a veces hay paréntesis, pero hace mucho que empezamos”. El segundo aportó precisiones: “yo llegué en 2010 y a principios de 2011 ya nos conocíamos. Creo que este es el cuarto o quinto proyecto”, calculó. “Empezamos con Días contados en La Baita, que inauguró las obras locales. Hubo una época en La Baita cuando metimos 600 personas en una función y a la siguiente, 400. Una locura impensada que tenía que ver con la novedad del teatro, porque después eso no volvió a suceder”, aportó Marré.

A continuación de aquella conmoción, vinieron “Ella en mi cabeza, Rotos de amor y Uno nunca sabe, que en realidad es la combinación de dos cuentos: Uno nunca sabe y El mundo ha vivido equivocado, adaptados al teatro, porque Fontanarrosa escribía cuentos”, recordó Benn. Pero más allá del tiempo, “hay una buena relación de respeto y de amistad. No nos vemos todo el tiempo porque todos tenemos nuestras complicaciones pero siempre que nos encontramos, no tenemos que explicarnos nada”, completó.

Si bien en los créditos figura como director, “a esta obra la dirigimos entre los dos y nos vamos cuidando, va fluyendo y está bueno eso de conocernos, confiarnos y escucharnos”, explicó Benn. “También hay mucho instinto, una cuota de tirarnos a la pileta sin saber con qué va a salir el otro pero siempre sabemos adónde volver. Hay un tronco muy principal, a veces nos vamos por las ramas porque en cada función surgen disparates, pero después siempre sabemos volver”, destacó el actor.

“Él sufre más con el texto que yo y yo sufro más con él, que él conmigo (risas). Para mí, la improvisación es muy natural”, recordó Marré, artífice de Impro-Acción. “Entonces a veces lo veo y nos reímos, pero siempre sé que uno va a volver al lugar que nos une. Eso también hace que el material que abordamos sea muy fresco”, resaltó. Quedan tres funciones, pero no especule con ir más adelante, a ver si se queda afuera.

Adrián Moyano

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