19/04/2019

Nuevas vulneraciones a los derechos indígenas

Durante la semana que finaliza se llevó a cabo un juicio contra la comunidad mapuche Campo Maripe, cuyo espacio territorial coincide con parte de Vaca Muerta, el yacimiento “estrella” de los hidrocarburos no convencionales. El veredicto se conocerá el próximo martes. La querella negó la existencia de una comunidad indígena en las tierras en disputa e hizo suyas las apreciaciones del gobierno provincial neuquino, que considera violentas a las dos familias que la conforman. La defensa argumentó la preexistencia mapuche, puso sobre la mesa los Derechos y Garantías que reconoció la Constitución de Neuquén 13 años atrás y la Ley 24.071, que es el Convenio 169 de la OIT sobre Pueblos Indígenas y Tribales, de máxima jerarquía legal en la Argentina.

Más al sur, trascendió la intención de una empresa constructora chubutense de avanzar con el proyecto de represar el río Carrenleufu, en cercanías de Corcovado. La prensa de la vecina provincia destacó la considerable magnitud de la iniciativa, que contaría con la participación de capitales internacionales y llevaría a través de una línea de alta tensión, energía hidroeléctrica hasta la represa de Futaleufú. Soslayaron los medios colegas, que el río en cuestión atraviesa el territorio de la comunidad mapuche – tehuelche Pillan Mawiza, que desde ya resistirá la iniciativa.

Quiere decir que no hace falta llegar a casos extremos como el de Rafael Nahuel para observar cómo se vulneran los derechos indígenas en forma cotidiana. Y las muertes tampoco son nuevas: durante el período gubernamental anterior, el Consejo Plurinacional Indígena había contabilizado el asesinato de 12 indígenas o campesinos hasta 2014, siempre en el marco de conflictos que tuvieron como detonante el corrimiento de la frontera agrícola, es decir, una de las aristas del “modelo” que es transversal a “nacionales y populares” o neoliberales.

Desde esta perspectiva, cuesta ponderar la celebración del 19 de abril como Día del Aborigen Americano. Se trata de una efeméride cuyo origen fue ajeno a los movimientos indígenas aunque en los últimos años, se asiste a una re-significación de su contenido. Ese día de 1940 se celebró en México el primer Congreso Indigenista Interamericano, que derivó en la Conferencia Interamericana Indigenista. Su objetivo fue salvaguardar y perpetuar las culturas aborígenes del continente. En aquella ocasión, participaron representantes de poblaciones autóctonas de diversas regiones de América y se habló de su situación social y económica, de sus problemas y sus necesidades.

La Conferencia produjo un documento que creó el Instituto Indigenista Interamericano, con sede en México y en dependencias de la Organización de Estados Americanos (OEA). De ahí que el 19 de abril se instituyera el Día Americano del Indio, en conmemoración a esos acontecimientos. Desde entonces, los países de América celebran la fecha para poner de relieve a quienes habitaron originariamente tan extenso territorio y desarrollaron antes de la llegada de los europeos, las primeras expresiones culturales.

Casi ocho décadas después, los pueblos indígenas siguen debatiéndose entre la pobreza y la postergación. Las cosas evolucionaron desde 1940 y algunos conceptos envejecieron: probablemente ningún pueblo originario se considere indio en la actualidad, ya que el gentilicio corresponde a los habitantes de India. Los de aquí son apaches, guaraníes, quechuas, mayas, mapuches, hurones, cherokee, yanomamis, koyas, selk’knam e infinidad de expresiones más.
En el presente, los pueblos indígena admiten la igualdad ante la ley que pregona la modernidad, pero reclaman se tenga en cuenta su especificidad cultural, diferente en sus pautas a la culturas dominantes. Piden también se les reconozca el derecho al territorio, del que fueron injustamente despojados, además de la posibilidad de formarse según sus valores e idiomas, entre otras aspiraciones.

La Argentina adhirió al documento mexicano mediante un decreto del Poder Ejecutivo Nacional. Desde entonces, el país es miembro permanente del Instituto Indigenista Interamericano de la OEA y adhiere a esta fecha, que se considera reivindicatoria de los derechos de los aborígenes. Esos antecedentes hoy pueden leerse como los primeros pasos de un largo camino que hasta el momento, condujeron a la adopción por parte de la Asamblea General de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.

El documento sostiene varios postulados de trascendental importancia que durante mucho tiempo no se tuvieron en cuenta. Por ejemplo, afirma “que los pueblos indígenas son iguales a todos los demás pueblos” pero reconoce “al mismo tiempo el derecho de todos los pueblos a ser diferentes, a considerarse a sí mismos diferentes y a ser respetados como tales”. También destaca “que todos los pueblos contribuyen a la diversidad y riqueza de las civilizaciones y culturas, que constituyen el patrimonio común de la humanidad”. Aun así, todavía hay muchos comunicadores, políticos, docentes, sacerdotes y demás formadores de opinión que piensan que la única cultura posible es la europea…

Te puede interesar
Ultimas noticias