Tres años y medio de prisión por llevarle marihuana en un pan a un interno del Penal

Un joven de 22 años admitió haberle entregado marihuana a un interno del Penal 3 de Bariloche dentro de un pan y fue condenado a tres años y medio de prisión en un juicio abreviado.

El juez de cámara del Tribunal Oral en lo Criminal Federal de General Roca, Alejandro Adrián Silva, homologó el acuerdo entre el Ministerio Público Fiscal y el imputado, Juan Manuel Guerrero, por el delito de “suministro de estupefacientes en forma ocasional y a título gratuito para uso personal de receptos, perpetrado en un lugar de detención”.

El hecho ocurrió en diciembre de 2014, dos días después que el acusado cumpliera 18 años. Actualmente, Guerrero se encuentra detenido en el Penal 3 tras haber sido condenado en mayo de 2016 por portación ilegal de armas de guerra.

El juez federal dispuso mantener el alojamiento del condenado en el establecimiento penitenciario de Bariloche “a fin de no alterar el favorable régimen de progresividad de ejecución penal que registra en tal establecimiento”.

Guerrero fue descubierto cuando llevaba 5,8 gramos de marihuana escondido dentro de un pan que entregaría a un interno del Penal. La sentencia indica que el estupefaciente tenía “una capacidad toxicomanígena suficiente para proveer 19,89 dosis umbrales”.

Para el juez, “la autoría de Juan Manuel Guerrero resulta probada con certeza con la prueba enumerada y ha sido reconocida por el propio acusado en la audiencia”.
El juez tuvo en cuenta que cuando ocurrió el hecho, Guerrero no poseía antecedentes penales computables.

En noviembre de 2015 -un año y medio después del hecho- Guerrero y otros dos jóvenes, Maximiliano Victoria y Juan Javier Pérez, fueron detenidos por haber ingresado violentamente a la casa de una mujer en Rolando al 300. Muñidos de armas de fuego, amenazaron a la mujer y a otro hombre que se encontraba en el departamento y los mantuvieron privados de su libertad durante tres horas.

Los imputados admitieron conocer a la víctima y dijeron que era quien “les proveía droga”. El juicio, realizado en mayo de 2016, evidenció la venta de estupefacientes en pleno centro de Bariloche.

El hecho estaba caratulado como “robo agravado por uso de arma de fuego y privación ilegítima de libertad” pero el fiscal retiró la acusación por falta de pruebas y se los juzgó por la portación ilegal de armas de guerra. Guerrero y Victoria fueron condenados a tres años y medio de prisión y Pérez fue absuelto.