Con más testimonios terminó la segunda jornada del juicio por el homicidio de Juan Llancanao

La segunda jornada del juicio oral y público seguido a Darío Rubén MIllalonco culminó con la incorporación de nuevos testimonios que volvieron a enfrentar la tésis acusatoria y la defensiva. Este miércoles continuará la ronda de testimoniales y podrían darse los alegatos. Al acusado, le atribuyen haber dado muerte a Juan Llancanao, en la medianoche del 25 de agosto de 2018, cerca de la intersección de las calles Sobral y Sarmiento.

Cecilia Llancanao, hermana del joven de 27 años asesinado por la espalda, brindó un dramático testimonio en el que aseguró que desconfiaba del acusado y que sabía que éste tenía problemas con su hermano. Explicó que arribó al lugar del hecho con la información de que habían herido a uno de sus hermanos y que pudo identificar a Juan por las zapatillas rojas que vestía.

Describió a la víctima como un hombre bueno, generoso, alegre, compañero y vulnerable, al señalar que padecía una disminución auditiva.

Además, aseguró que MIllalonco se creía dueño del barrio y que todos los vecinos le temían. Según explicó, los habitantes de la populosa barriada debían pedirle permiso para desarrollar ciertas actividades. También señaló que el único testigo presencial, Javier "Chamy" Rodríguez, le temía a MIllalonco porque aquel siempre le pegaba.

Pero su testimonio resultó ciertamente contrariado por el de un vecino del lugar, quien señaló vivir en ese sitio hace treinta años y conocer a MIllalonco desde pequeño, más allá de no tener ningún tipo de relación ni problemas y de un saludo cordial cada vez que lo cruzaba.

Fabián Lema, relató que el día del hecho estaba en el interior de su departamento cuando escuchó una detonación de arma de fuego. Instantes después se acercó a la ventana y observó el cuerpo de Llancanao tirado en el suelo. Salió del edificio a la calle y no observó a nadie, al tiempo que constató que la víctima no tenía pulso y llamó a la policía.

También brindó testimonio Nicolás del Castillo, amigo de toda la vida del acusado, confirmó que esa madrugada Millalonco estuvo en su casa y le contó que la policía lo buscaba porque lo consideraba el autor del crimen. Le sugirió que esté tranquilo y que se entregue en la comisaría. Además, llamó a un remis y habló con el chofer para que lo lleve a la Comisaría 28. Como dato importante, aseguró que durante la visita en su hogar, Millalonco no se bañó ni aseó, ni cambió sus ropas. Cuando le preguntaron si su amigo solía estar armado respondió: "la única arma con la que lo ví fue la cuchara de albañil y el nivel".

También declaró Miguel Muñóz, el remisero que trasladó al acusado hasta la dependencia policial. Aseguró que se lo veía preocupado y que en los pocos metros que duró el viaje, pudo comentarle qué era lo que ocurría, las sospechas que pesaban sobre él y su voluntad de entregarse a las autoridades. Aseguró que tras dejar a su pasajero quiso retirarse, pero la policía lo convocó para actuar como testigo.

En la jornada de este martes, prestaron testimonios también el sargento Gordillo, de la Unidad 28 y una mujer que sirvió de testigo de actuaciones policiales. En el caso del uniformado, explicó cómo se dieron los pasos para lograr la aprehensión de "Chamy" Rodríguez, quien inicialmente fue trasladado a la unidad policial en calidad de testigo, luego estuvo detenido en el Penal 3 de la ciudad en calidad de coimputado junto a MIllalonco, hasta que cambió su declaración, inculpó directamente al acusado y además de ser excarcelado fue sobreseido.

Es justamente el testimonio de Rodríguez, la prueba más concreta que complica a Millalonco como autor del disparo mortal. Es que hasta el momento no aparecieron otros testigos directos del hecho y las pericias realizadas sobre sus manos y prendas de vestir, no resultaron contundentes en relación a la autoría del disparo mortal, porque solo se hallaron restos de pólvora en la mano izquierda del acusado y no en su mano derecha (hábil) o en sus ropas.

Mariano Colombo