La Maroma presenta su tercer CD

Lleva como título “Del lago hasta el mar” e implica una ampliación de horizontes para la dupla que integran Marisa Di Giambatista y Cristina Villafañe. Las temáticas ya no serán solo cordilleranas.

Contra la fortaleza de La Maroma no hay recesión que valga. Apenas comenzó 2019 pero Marisa Di Giambatista y Cristina Villafañe no dejarán que las semanas se esfumen: el próximo domingo darán a conocer “Del lago hasta el mar”, el tercer disco del grupo. La cita se pactó para las 18 en Estación Araucanía y además de la dupla base, el espectáculo reunirá a varios invitados que participaron de la grabación.

“Es un proceso que se fue iniciando conjuntamente con los otros”, le dijo Di Giambatista a El Cordillerano. “En 2012 hicimos el primero y en 2014 el segundo, pero ya teníamos varias canciones que quedaron guardadas. Se fue dando un proceso tranquilo y lento, para ir incorporando estos temas y unirlos para que pudieran estar en un disco”, explicó. Como resultado de varios factores, el horizonte se amplió.

Relató Villafañe que “hace más de tres años que estamos trabajando en las canciones. Estuvimos viajando a Madryn y allí surgió la canción de la ballena, Mi ballenita franca austral… Luego, nos invitaron a otros lugares y empezamos a observar aves, por ejemplo, en el encuentro de aves playeras de Las Grutas”, recordó. Gracias a esa sociedad, también hubo viajes hacia Conesa y Esquel y como resultado “se abrió otro mundo”, confió su compañera.

Es que las nuevas canciones de La Maroma ya no se ciñen a las geografías cordilleranas y boscosas de Bariloche. “Ya no estábamos en el bosque y ni siquiera en la estepa, habíamos llegado al mar y de ahí el nombre del CD. El mar son los pingüinos y la ballena”, ejemplificó Villafañe. Sin embargo, “el disco empieza con Bariloche es el lugar. Hay otra canción dedicada al invierno, en realidad tres canciones pequeñas que se unen para hablar de esta estación tan importante y larga de nuestro lugar”, ironizó Di Giambatista.

“De todas formas, esa canción el domingo no la vamos a hacer (sonrisas), porque cantar la del invierno sería un bajón, con este verano y el calorcito”, aclaró la otra maromera. “Seguimos con un recorrido que pasa por la menta, esta planta tan generosa y sanadora que tenemos alrededor de nuestros arroyos y ríos. También trabajamos con el ñire, arbolito autóctono tan colorido en otoño. La canción tiene un juego de palabras con ñire, niño y otoño, muy simpático”, comentó Di Giambatista.

Marisa Di Giambatista.

Choiques y piches

Su socia artística avisó que “también recorremos la estepa con el choique porque cuando uno va a la estepa, se ven muchísimos. Hay otra del piche de la Patagonia y pensamos que nuestro hit es La cumbia de la bandurria… La escuchamos a diario con su trompeteo, entonces salimos un poco de los ritmos folklóricos”, alertó. “La bandurria se merecía una cumbia. Tenemos la alegría de que Rodolfo Gómez (Otto Mann), un muchacho joven que llegó hace un año, grabara el trombón con nosotros y la verdad, quedó hermoso, tanto en la bandurria como en el pingüino”. Por otro lado, “también tuvimos como músico invitado a Ezequiel Mago, que está en Pelusa en el Pupo, es músico y compositor, toca la quena y va a estar como músico invitado en el espectáculo”, adelantaron las maromas.

Entre “Cantos de vida en el sur”, “Yo vivo aquí en el sur” y “Del lago hasta el mar”, hay continuidades y diferencias. Según Di Giambatista, “el disco tiene continuidad, primero por la temática de Patagonia. Siempre buscamos sutileza en el clima sonoro, la variedad de instrumentos y que cada canción tenga su peculiaridad, no repetimos la formación de instrumentos. Generalmente, variamos mucho los timbres según la temática de cada canción”.

Para Villafañe, “una de las similitudes es que a nosotros como personas, en cada salida o en cada caminata, siempre hay algo que nos impacta. De repente, a Marisa le gustó el rojizo del ñire e hizo la canción, yo vi los choiques y me encantó su andar o las bandurrias de todos los días. Lo que está en las canciones es porque nos tocó un poquito el alma a diario. Por eso lo cantamos, no es que decimos: vamos a hacer la canción de tal cosa… Es algo que surge desde la emoción. Y una de las diferencias grandes es que en este disco, en La Maroma somos nada más que dos: ya no están Mario (Coto) ni Héctor (Torres), como en el primero y el segundo. Tenemos invitados, pero somos nosotras dos”, resaltó.

A pesar de la indisimulable crisis del “disco compacto”, a La Maroma le va bien con el formato. “Con algunas tecnologías todavía no nos llevamos del todo bien pero además, la gente nos pide los discos porque se escuchan muchísimo en los autos, que por lo general siguen teniendo CD”, explicó Di Giambatista. “Además, lo adosamos al cancionero, con las letras, las partituras y las fotos. Igual, ya estuvimos pensando en digitalizarlo, pero por ahora, por comodidad seguimos. El CD nos gusta”, resaltó su compañera.

El objeto tiene su valor porque “va junto con el libro, entonces es un dúo artístico muy lindo porque el niño ya tiene todo demasiado virtual, quizá necesite tener algo en la mano. De por sí, ya la música es etérea entonces, que el niño pueda mirar el cancionero y seguir el orden de las canciones, ayuda al formato del CD. Estamos abiertas a lo nuevo, pero vamos paso a paso”, señaló. Despacio, quizá se disfrute más el viajecito que va “Del lago hasta el mar”.

Adrián Moyano