14/02/2019

Evitar que la retirada de los glaciares se profundice

Según el informe que se elevó al Congreso de la Nación en 2018, es Santa Cruz la provincia que contiene la mayor superficie de glaciares del país, con 3.421 km² y 2.420 unidades. Mendoza ocupa el segundo lugar con 1.239 km² y 4.172 cuerpos inventariados, mientras que San Juan ocupa el tercer lugar. En el otro extremo de las que contienen glaciares, aparecen Jujuy (9,5 km² en 255 cuerpos) y Tucumán (10 km² con 122 cuerpos).

En términos regionales, el área de la cordillera que presenta mayor superficie cubierta con hielo corresponde a los Andes del sur de la Patagonia, que concentra el 59 por ciento del área (3.421 km²), seguida por los Andes Centrales con el 31 por ciento (1 .767 km². En tanto, los Andes del norte de la Patagonia ocupan el tercer lugar en cuanto a superficie con el 5 por ciento (289 km², seguida por la región de los Andes Desérticos con el 5 por ciento (271km²).

En cuanto al número, los Andes Centrales es la región que tiene la mayor cantidad, con el 50 por ciento (8.076 unidades) del total, seguida por los Andes Desérticos con el 19 por ciento (2.986 unidades), los Andes del sur de la Patagonia con un 15 por ciento (2.420 unidades), los Andes del norte de la Patagonia con el 13 por ciento (2 .153 unidades) y finalmente los Andes de Tierra del Fuego, con un 3 por ciento (443 unidades).

El 15 de febrero de 1877 Francisco Moreno arribó al lago que llamó Argentino, gran espejo de agua que da origen al río Santa Cruz. Si bien estuvo muy cerca del glaciar que después recibió su apellido, no alcanzó a reconocerlo. Para poner de relieve el suceso, la jornada se instituyó más tarde como Día de los Glaciares. Se entiende como tales a grandes y gruesas masas de hielo que se advierten en la superficie.

Deben su origen a la acumulación, compactación y re-cristalización de la nieve. Además, muestran evidencias de su movimiento, tanto en el pasado como en el presente. En la Argentina se relevaron 14.500 glaciares y como puede suponerse, la mayoría sufre las consecuencias del calentamiento global. El fenómeno incide en la pérdida de sus respectivas superficies y también en sus volúmenes, de manera cada vez más rápida.

Desde 2010 rige la Ley de Glaciares que precisamente ordena su estudio, análisis que quedó a cargo del Instituto de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (IANIGLA). Éste trabaja en conjunto con el Servicio Glaciológico Mundial, institución que centraliza la información que se relaciona con los glaciares a escala global. Según los estudios más recientes, los que presentan situación más crítica en la jurisdicción nacional son los de Tierra del Fuego.

Después de terminar el inventario de los glaciares, debería sucederse otra etapa de investigación más profunda para determinar, entre otras cuestiones, cómo evolucionaron en los últimos 50 años y a qué velocidad retroceden en la actualidad. Más allá de establecer ese ritmo, se sabe que la mayoría se encuentra en franca retirada. La velocidad fue muy pronunciada durante el siglo XX y tiene más intensidad en el XXI.

La problemática es grave en sí misma y además, porque varias de las masas de hielo funcionan como reservorios de agua dulce claves para las provincias, que observan con preocupación cómo pierden superficie y masa. Por ejemplo, en Mendoza y San Juan, glaciares de los cerros Aconcagua, Tupungato y Mercedario retrocedieron entre el 10 y el 20 por ciento. Se conoce la magnitud del retroceso porque entre los años 60 y 70 se tomaron fotografías aéreas con carácter experimental que 50 años después sirven para sacar conclusiones.

Durante los veranos, es el derretimiento de los glaciares el que garantiza el suministro de agua a los ríos. Si aquellos desaparecen o disminuyen de forma sustantiva, las fuentes de abastecimiento de agua para la población y la agricultura también experimentarán mermas considerables o dejarán de existir. Al sur de la Patagonia se encuentran dos campos de hielo: el Norte y el Sur. El primero está íntegramente en jurisdicción chilena, el segundo se reparte entre los dos países: el 75 pertenece a Chile y el resto a la Argentina.

Para este ambiente, los datos son contundentes: de los 48 glaciares que se desparraman en la región, solo uno avanzó y está del lado chileno. El célebre Perito Moreno aparenta estabilidad y el resto, retrocedió. Por nuestro lado, los de Neuquén, Río Negro y Chubut también perdieron entre 10 y 20 por ciento. Además, se espera que con las tendencias que evidencian las temperaturas, el conjunto de los glaciares pierda otro 10 por ciento hacia 2025. La inacción no puede permitirse.

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