UN TRISTÍSIMO HISTORIAL DE VIOLENCIA MACHISTA

| 04/02/2019

En Río Negro los casos de violencia de género aumentaron un 15% en el último año

Mariano Colombo
En Río Negro los casos de violencia de género aumentaron un 15% en el último año
Alejandro Ramírez, condenado por el crimen de Natalia Báez.
Alejandro Ramírez, condenado por el crimen de Natalia Báez.

Los casos judiciales relacionados a episodios de violencia de género abundan en Bariloche y en general en el territorio provincial y nacional. En el último año, las audiencias penales vinculadas a la temática tuvieron un aumento estimativo del 15%. Bariloche, registra un trágico historial de mujeres asesinadas por hombres, y algunos casos aún permanecen impunes.

El número de causas por violencia de género, estimativamente, aumentó en la provincia un 15% en el último año. Eso incluye distintos tipos de delitos como lesiones, amenazas y daño, enmarcados siempre en un contexto en el que el hombre, sostiene una pretendida potestad para inmiscuirse en las decisiones que la mujer debe tomar. La agenda de audiencias penales que diagrama diariamente la Oficina Judicial, incluye casi a diario audiencias de ese tenor, un dato por demás elocuente.

Tristemente el registro de femicidios, en la provincia y en Bariloche en particular, es elevado. Según los registros de la Oficina de la Mujer, dependiente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, se registraron en la provincia seis femicidios en el año 2014, ninguno en 2015 y siete en 2016 ocupando en ese período el cuarto puesto a nivel nacional, detrás de las provincias de Jujuy, Mendoza y Chubut. Según los informes del organismo el número representa casi dos víctimas cada cien mil mujeres que habitan el territorio rionegrino.

Pero los números también son relativos, porque no todas las muertes de mujeres son encuadradas en la figura de femicidio. Por caso, fue muy cuestionada y criticada la afirmación de una sentencia dictada por jueces barilochenses, en la que resumieron que “no todo homicidio de una mujer en manos de un hombre, es un femicidio”.

En el historial periodístico se recuerdan varios casos que hubiesen encuadrado perfectamente en la calificación jurídica de “homicidio agravado por femicidio”, pero la incorporación al Código Penal de la figura se dio recién en 2012, por lo que son varios los casos recordados en Bariloche, cabecera de la Tercera Circunscripción Judicial, que incluye también a El Bolsón e Ingeniero Jacobacci, con parajes y localidades cercanas, en los que no se aplicó ese ordenamiento legal, que agravó las penas contra los que ejercen la violencia machista. Aquí un breve racconto de los casos más sonados del último tiempo, en el que seguramente quedarán varios sin mencionar.

Francisco Sánchez, suboficial de la Policía de Río Negro, se suicidó luego de matar de cuatro disparos con su arma reglamentaria a Laura Inés Domínguez, su pareja, en el interior de la vivienda que compartían en Dina Huapi. Los hijos de la mujer dormían en una habitación contigua y escaparon por la ventana. Fue en noviembre de 2014.

Si hay espacio para mayor crueldad, será Pedro Gatica, quien seguramente llevará las de ganar. Como su esposa se negaba a retomar la relación le dijo “me voy y me llevo lo más querido por vos”, mató a su nieta de cinco años y procuró suicidarse. Él sobrevivió y fue condenado a prisión perpetua. Ocurrió en Ingeniero Jacobacci el 9 de mayo de 2009.

Hugo Ángel Cano fue condenado a prisión perpetua por el homicidio de su pareja, Marta Carolina Zanni, ocurrido en octubre de 2004 en la calle Sobral 1237 del barrio 170 Viviendas de Bariloche. La mató a golpes luego de mantener relaciones sexuales y tras consumar el hecho robó algunas pertenencias y escapó. Luego fue atrapado y condenado a perpetua.

Honorio Marín sometió sexualmente a María Guanziroli incluso después de asesinarla. Fue en junio de 2013 en la vivienda de la mujer, para quien realizaba tareas de jardinería. Fue condenado a perpetua.

Si hubo un antecedente claro que hubiera merecido la calificación de femicidio, fue el seguido contra David Omar Ruíz Casquino. El 21 de julio de 2007, en un departamento que alquilaba en calles Fagnano y Onelli, le asestó 39 puñaladas a su expareja María Belén Zúñiga, delante de sus pequeños hijos, de apenas dos, cuatro y seis años, que intentaron en vano detener la agresión. Recibió una condena de veinte años de prisión.

Claudio Osman asesinó a su expareja Ruth Sagaut en la madrugada del 18 de marzo de 2016 y pretendió simular que la mujer se había suicidado al colgarse del marco de una ventana. Todo ocurrió en el domicilio que la Ruth compartía con sus tres hijos. Fue condenado a prisión perpetua.

Alejandro David Ramírez mató el 26 de marzo de 2016 a Natalia Báez y descartó su cuerpo en un tramo en desuso de la ruta que unía a Bariloche con su aeropuerto. Fue condenado a veinte años de prisión.

Hernán Cortés asesinó el 6 de octubre de 2015 a la inquilina de su madre, María De la Cruz. El joven pretendía un vínculo amoroso con la mujer y después de ultimarla pasó largas horas junto al cadáver. Finalmente llamó a la policía y admitió el crimen. Fue condenado a catorce años de prisión.

En mayo de 2005, Renzo Yamel Otoizaga ultimó de un balazo en el pecho a su pareja, Karina del Carmen Altamirano, de 17. Ocurrió en una vivienda del barrio Las Lomitas. Fue condenado a la pena de nueve años de prisión. En su descargo, aseguró que el hecho ocurrió por desgracia, cuando ambos jugaban a la ruleta rusa.

Cristian Maldonado fue condenado a prisión perpetua por el crimen de su pareja Jésica Campos, ocurrido en El Bolsón en diciembre de 2014. El cuerpo de la joven fue encontrado varias semanas después enterrado en un descampado.

En noviembre de 2009, Basilio Potanski asesinó a su esposa y a su cuñada, Irene y Margarita Carrasco. Registraba un largo historial de maltratos. Tras el hecho se suicidó. El dramático hecho ocurrió en el barrio El Frutillar de Bariloche.

Julián García disparó una bala calibre 9 milímetros a la cabeza de su novia Soledad Murgic de 16 años. Luego se suicidó. Ocurrió el 13 de marzo de 2010 en El Bolsón.

Graciela Isabel Angulo desapareció en abril de 2011 en El Bolsón. Varias semanas más tarde, su cuerpo fue encontrado debajo de una alcantarilla en la fue asesinada. Juan Córdoba, su expareja, fue el principal sospechoso. Estuvo detenido y luego fue liberado.

Marina Beatríz Cañumil fue ultimada de trece puñaladas el 12 de octubre de 2016 en El Bolsón. El principal sospechoso, su pareja, se escapó de la Justicia.

Carlos Raúl Vázquez sufrió lo que en materia penal se denomina incapacidad sobreviniente. Comprendía la criminalidad de sus actos cuando asesinó de manera brutal a su pareja Evangelina Catalán, pero luego su cuadro psíquico cambió y los especialistas determinaron que no está en condiciones de enfrentar un juicio en su contra. Ocurrió en octubre de 2014 en El Bolsón.

En la lista también puede agregarse el caso de Patrick Tansy, un ciudadano estadounidense que solamente por milagro no ultimó a quien fuera su esposa, Tracey Mollet. El hecho ocurrió el 7 de enero de 2008, en el interior de una vivienda ubicada en un lujoso barrio privado de la zona Oeste de Bariloche. La ató, la prendió fuego y le martilló la cabeza, pero no logró quitarle la vida, aunque le dejó secuelas irreversibles. Por tentativa de homicidio le dieron diez años de prisión.

Otros casos atípicos y quizás ajenos a la cuestión de género fueron el de Alen Coronado, que murió ahogada y se concluyó judicialmente que su acompañante la abandonó en las aguas del arroyo Gutiérrez. Ocurrió el 8 de enero de 2018. También el de Norma Penna, una anciana que fue asesinada a golpes en el interior de su vivienda y presuntamente ultrajada sexualmente. También en la lista aparece al caso de Micaela Bravo, desaparecida y posteriormente hallada asesinada en un descampado. Estos dos últimos casos no fueron resueltos y más allá de la intención fiscal, nunca tuvieron imputados.

Mariano Colombo

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