Se inició el juicio por la muerte de Omar Inostroza: varios testigos comprometieron a los acusados

Los jueces Marcelo Barrutia, Emilio Riat y Romina Martini comenzaron a juzgar a tres individuos acusados de haber provocado que el joven Omar Inostroza se arroje a las frías aguas del río Manso, en plena madrugada del 1º de enero de 2011. Varios testigos relataron que en el marco de una pelea, los acusados lo corrieron y lo dejaron sin otra vía de escape que no sea el río, en cuyo curso rescataron el cuerpo siete días después.

Héctor Nicolás Orrego (40), Jorge Luis Orrego (41) y Ricardo Gastón Montero (37), son juzgados desde ayer por el tribunal que integran los jueces Marcelo Barrutia, Emilio Riat y Romina Martini. Están imputados por el delito de abandono de persona seguido de muerte. Los tres aceptaron brindar su descargo al inicio del juicio y negaron la imputación en su contra, aludiendo que ese día en el marco de una pelea entre varias personas, primero intervinieron para separar y luego abordaron sus automóviles para retirarse del lugar.

Todo ocurrió en la madrugada del 1º de enero de 2011 en el camping denominado La Isla del río Manso Inferior, lugar en el que se habían congregado varias personas para bailar y beber, y recibir así el año que acababa de comenzar.

Pero los testigos que pasaron ayer frente a los jueces, dieron otra versión totalmente distinta a lo narrado por los acusados y los comprometieron seriamente al brindar detalles precisos y coincidentes sobre la forma en que ocurrieron los hechos.

Puntualmente el testimonio de Osvaldo Calfu, único testigo que no guardaba relación de parentesco con la víctima y que además dijo que tenía cierta relación con los acusados, fue por demás elocuente. Pero su testimonio fue perfectamente ratificado por otro grupo de jóvenes que aquel día estaba en el lugar junto al joven fallecido: Andrea, Leandro e Iván Díaz (todos hermanos entre sí) y José Luis Aranda (todos primos del fallecido). Además declararon Juan Carlos Díaz y Adrián Altamirano, confirmando las versiones dadas por los otros testigos.

De acuerdo a las versiones brindadas durante la audiencia de ayer martes, tras festejar el año nuevo en familia, un numeroso grupo de jóvenes y adolescentes se dirigió hasta el camping La Isla, ubicado en el Paraje Manso Inferior, a unos 600 metros de la escuela 92, lugar en el que había una fiesta.

En un momento determinado se produjeron algunas discusiones y Adrián Altamirano fue blanco de una agresión por parte de otros asistentes al baile. Al ver a su amigo en el suelo y siendo golpeado, Omar Inostroza quiso intervenir y los forcejeos, golpes y empellones se multiplicaron, al tiempo que más personas se sumaban a la gresca.

De un lado los dueños del lugar y sus amigos y del otro Omar Inostroza junto a sus primos y amigos, todos adolescentes. Al verse superados y en problemas, el grupo que acompañaba el chico fallecido decidió escapar del lugar al trote.

Así fue como se fueron desbandando y tomando diversas direcciones y sin tener conocimiento previo del lugar, el joven Inostroza tomó un sendero que lo llevó directo a un barranco y más allá las frías y correntosas aguas del río Manso. Asustado y viéndose en peligro, Inostroza se vio acorralado y aún sin saber nadar y temiéndole al agua, decidió arrojarse al río.

Sus primos y amigos, ocultándose entre la vegetación y abordando distintos caminos, lograron llegar hasta la vivienda familiar en la que habían compartido los festejos del año nuevo. Todos llegaron menos Omar. A partir de ese momento comenzó la búsqueda del joven que acabó siete días después cuando buzos tácticos de Prefectura Naval Argentina hallaron su cuerpo sumergido en las aguas a unos mil metros río abajo del lugar en el que se arrojó. La autopsia estableció que murió ahogado.

José Luis Aranda fue quien más cerca estuvo de Inostroza cuando aquel tomó la decisión de arrojarse al río y relató ante los jueces que los acusados inicialmente los seguían corriendo y luego abordaron dos automóviles para continuar la persecución. “De acá no salen guachos” escuchó decirle a uno de ellos cuando se bajó del automóvil. Se separaron en una bifurcación del camino y no volvió a verlo.

En la misma tónica, Osvaldo Calfu explicó que los acusados se subieron a los autos y comenzaron la persecución. Dijo haber observado a Inostroza intentando nadar arrastrado por la corriente y que uno de los acusados, Jorge Orrego, le dijo “vamos a sacarlo que no es un perro lo que va ahí”, pero pese a los intentos, rápidamente lo perdieron de vista.
Minutos después se presentó en la vivienda de Juan Carlos Díaz, tío de Inostroza y padre de los testigos, quien ensilló un caballo y salió a recorrer la zona costera buscando al joven. Luego se sumaron más familiares, vecinos y amigos, pero la tarea no dio resultados.

Tras escuchar los descargos de los tres acusados y los relatos de siete testigos, el presidente del tribunal, Marcelo Barrutia, dispuso un cuarto intermedio hasta el mediodía de este miércoles, momentos en que el tribunal, las partes y algunos testigos, se harán presentes en el lugar del hecho para realizar una inspección ocular, tendiente a conocer la geografía y tratar de obtener precisiones sobre lo que relataron los testigos en la misma escena.