¡Todo me sale mal!

Alguna vez expresaste esta frase? ¿En algún momento te sentiste un “fracaso total”? A todos nos puede suceder, pero, a veces, ignoramos lo que hay detrás del hecho de que las cosas no salgan como deseemos o esperamos.

Te invito a considerar cuatro puntos que pueden conducirnos a sentirnos de este modo:

1. Tener baja autoestima

La autoestima es la manera en que nos vemos (nos percibimos) a nosotros mismos, la cual comienza a forjarse desde la niñez. Por lo general, dicha imagen está influenciada por los modelos adultos a nuestro alrededor y con aquello que nos repiten desde chicos. ¿Te dijeron que no lo vas a lograr? ¿Que no podés estudiar? ¿Que no podés ser feliz? ¿Que nunca vas a prosperar? Para sanar nuestra estima, necesitamos dejar de escuchar “esas” voces y empezar a escuchar nuestra propia voz. La que en verdad nos conoce y siempre nos impulsa a soñar, a accionar, a avanzar (¡aunque nos cause temor!). Nada tan poderoso como un ser humano seguro de sí y que cree en sí mismo. Porque para el que cree, todo es posible.

2. Dudar todo el tiempo

El resultado de la baja autoestima es la duda permanente. “¿Lo hago o no lo hago?”; “¿me saldrá bien o fracasaré otra vez?”. La duda es una zona de comodidad donde elegimos instalarnos y donde nada sucede. La persona que duda nunca deja de pensar, pero rara vez actúa y, lo que es peor, termina agotada. Todos precisamos una cuota de racionalidad pero racionalizar cada detalle hace que lo inesperado resulte caótico y nos ahoguemos en un vaso de agua. La duda nos priva de aprovechar las mejores oportunidades.

3. No tener motivación interna

Hay gente que se pasa la vida en espera de la situación ideal para llevar a cabo sus proyectos. Y esa situación… ¡nunca llega! El momento perfecto siempre es hoy y podemos accionar, aun cuando “parezca” que el viento no sopla a nuestro favor. La razón de esta actitud es la falta de motivación interna. Pero muchas veces, solo a medida que vamos cumpliendo objetivos, surge en nosotros la pasión y la fuerza que todo proyecto requiere. No esperes a estar motivado para actuar; actuá y la motivación aparecerá de pronto. Tomarnos un tiempo cada día para visualizar el resultado terminado de aquello que queremos lograr es una gran fuente de inspiración y motivación (la “visión”).

4. Estar atado el pasado

Aquel que vive atado al pasado, a “lo que fue y ya no es”, a lo viejo, a los errores que cometió, a las personas que ya no están en su vida, se limita sin darse cuenta y va muriendo de a poco. ¿Te fue mal en la vida? Eso no es un problema, a todos nos pasa. El verdadero fracaso es permanecer en el mismo lugar para siempre. La vida está hacia adelante y es cambio permanente. El apego a las tradiciones, a “lo que siempre se hizo de ese modo”, nos niega la oportunidad de crecer. El pasado nos roba nuestro presente y nuestro destino. No miremos atrás. Siempre resulta emocionante y desafiante avanzar, a pesar de los obstáculos que encontremos en el camino, y hay oportunidades de sobra para todo el mundo. No malgastemos nuestro hoy pensando en lo que pudo haber sido y construyamos un futuro mejor. Todo lo que nos atrevamos a construir nos pertenece.
¿Por qué le tememos tanto al fracaso? Porque igualamos fracasar con no ser aprobados por los demás, o con sentir que no servimos para nada, o con ser rechazados. Tal vez mamá y/o papá nunca nos aprobaban, hiciéramos lo que hiciéramos; o nos rechazaron por mucho que quisimos acercarnos a ellos; o nos hicieron sentir desde chicos que no tenemos lo que hace falta. Sea como sea, es la falta de aceptación interior (amarse, valorarse y aceptarse uno mismo) lo que nos aleja de la visión y la acción y nos hace temer tanto el error.
Si tenés una sensación constante de que todo te sale mal, te animo a revisar tus paradigmas: las ideas que considerás verdaderas pero que en realidad son falsas, y a cambiarlas por ideas que te ayuden a avanzar. De lo contrario, éstas se pueden transformar en tu mayor enemigo, en una pared que te mantiene siempre en el mismo lugar.

Si tenés alguna inquietud podés escribirme a [email protected]