10/06/2016

Tadeo Muleiro pacta sin miedos con todos los universos posibles

- JUEGO, RITUALES DE ANTAÑO, EFICACIA -  ¿Quién puede aunar en su trabajo influencias del cómic, del gran cine de ciencia ficción y de las tradiciones populares de origen indígena? Las obras que obedecen a tan genial desparpajo darán la respuesta hasta el 23 de noviembre en Farrarons Fenoglio Arte Contemporáneo.

Tadeo Muleiro pacta sin miedos con todos los universos posibles
Apasanka Supay.
Apasanka Supay.

Tadeo Muleiro apenas tiene 33 años pero su vida artística es tan intensa que este sábado (11/6) a las 19 presentará un libro que revisita la producción de su última década. En la noche del jueves (9/6) inauguraba en Farrarons Fenoglio Arte Contemporáneo una muestra desmesurada de título enigmático: “El misterio del juego y lo sagrado en tiempos de la eficacia”. Video, pinturas y esculturas de sello inconfundible que hilan una narración de final abierto.

El Cordillerano dialogó con el artista pocas horas después de su arribo, cuando las paredes de la galería estaban extrañamente desprovistas de obras. Antes que prendiera el grabador, Muleiro convidó al periodista con un trabajo audiovisual que luego se haría instalación, una suerte de aquelarre urbano, sensual y a la vez perturbador, con señas de tradiciones populares muy vivas en el norte argentino. En la estética de Tadeo, claro.

“Lo que intento con el juego es tener la libertad de tomar y de construir mis propias cosmogonías, con elementos de diversas culturas”, dijo el expositor, en referencia a los conceptos que aparecen en el título de la exposición. “Culturas que vienen del pop de mi generación, como puede ser el cómic y el cine de ciencia ficción, pero las culturas originarias también”.

Para Muleiro, “esos universos dialogan y se integran todo el tiempo, es un lugar que a mí me permite abordar distintos elementos de culturas que en un punto nos pertenecen y no… Siempre está esa tensión. Es desde este lugar que yo puedo hablar de ese tipo de universos, tanto de las culturas originarias de acá como de elementos ancestrales y arquetípicos”, enumeró no menos sugestivo.

La muestra comprende conflictos. “Hay una tensión muy grande, hay algunas nociones de lo sagrado a las que no se puede acceder fácil. En lo cotidiano, ¿dónde podemos encontrar las nociones de lo sagrado? Son preguntas que nos hacemos… Yo intento hurgar en culturas que nos anteceden y que están más en contacto con ese tipo de espiritualidad o con el tiempo del rito, para quizá tener una cierta conexión. O por lo menos, acercarse de alguna manera a los que ellos (los pueblos indígenas) conciben como un espacio sagrado”, confió el videasta- pintor- escultor.

El arte husmea

En ese contexto, “el mundo del arte viene no a suplantar pero a veces intenta husmear y ver si puede tomar contacto con eso (lo sagrado) y de qué forma. Hay artistas que tiñen al arte de algo sagrado pero es muy complicado en la sociedad actual pensar que en lo cotidiano se puede encontrar un espacio sagrado. Sí se puede hurgar y encontrar intersticios que comunican un espacio y el otro”, afirmó.

Plásticamente, sus conceptos asumieron tres lenguajes: “la instalación de video, luego tres esculturas de grandes dimensiones que forman parte y dialogan con el video… Y también una serie de pinturas que escenifican algunos elementos de La Salamanca, en los cuales aparecen ciertos íconos que no están en el video, pero también unos personajes que sí están. Lo que intenté fue hacer un circuito en el cual mi obra pueda verse tanto en video como en el objeto escultórico en sí o en la pintura. Es como una narrativa que me permite no sólo vincularme con un solo formato, sino ampliar a otros soportes”, definió.

En “El misterio del juego…” pueden encontrarse novedades si se tiene en cuenta la trayectoria precedente de Muleiro. “Hay un hecho importante con el tema del video, que es lo narrativo. Antes mis trabajos eran lo objetual, el objeto en sí. El hecho del video me permitió construir una narración y con esa narración, el trabajo adquirió más contenido, más peso… Muchas veces, al arte contemporáneo se le quita la chance de la narración: el objeto de por sí y ya dado por sentado, sea pintura, escultura o lo que se presente al espectador… Me parece que el video da ciertas pistas, cierta narrativa o cierto contenido de relato que hace que tenga más sustento la interconexión entre cada cultura. Ese proceso fue lo que hizo que madurara todo como una obra total”, insistió.

En el texto curatorial de José Luis Tuñón se lee: “Podemos estar seguros de evocar el asombro de lo sagrado ante la vista de estas criaturas, pero también de que allí hay lugar para nosotros y nada puede hacernos daño. El misterio en todo caso es cómo han vuelto al juego, cómo han conseguido mantener su dignidad sin convertirse en uno más de los objetos que nos pueblan”. Están desde la noche del jueves entre nosotros, para quienes se animen a develar esa incógnita. Hace falta más complicidad que coraje. AM

Lecturas y experiencias

Si bien es la instalación del video la herramienta que en un punto permite significar el conjunto de la exposición, para Tadeo Muleiro no es obligatorio empezar por ahí. “Sí y no… No hay un orden, uno puede ver la pintura y luego acercarse a la escultura. Va a ver que esa imagen remite a algo que vio en la pintura y puede idear su propia historia. Además, el video es narrativo pero no termina de cerrar ningún concepto sobre las figuras, es bastante abierto. Más bien son señuelos o pistas que voy dejando para que cada uno pueda ir construyendo su propia fantasía o lo que sucede con estos personajes. Lo que sí, el video da un espacio - tiempo que cuenta una historia y esa historia ancla más los contenidos del trabajo en sí”.

En el trabajo audiovisual, la personaje se lanza al misterio de La Salamanca después de leer los párrafos de un libro añejo y de percibir un llamado. En su caso, Muleiro nutrió su búsqueda tanto de lecturas como de experiencias. “Sí. Siempre me interesó mucho todo este imaginario híbrido. De por sí, mi obra parte de un híbrido porque hay imágenes referenciadas en culturas ancestrales u otras que vienen del cómic y la ciencia ficción. Justamente, La Salamanca encuentra su potencia en estos dos mundos que vienen como a eclosionar: la Conquista con todo el imaginario cristiano y las culturas originarias que vinieron a suplantar el paganismo o a representar para los españoles la cultura del demonio”.

“Esa mezcla me parece sumamente interesante y sigue muy viva actualmente en Tucumán, Salta y Jujuy”, definió el artista. “Casi siempre La Salamanca está en el monte, es decir, en la naturaleza, con una simbología muy importante… Casi siempre se asocia al folklore, a los que cantan o bailan, todos lo que quieren mejorar su acto hacen un pacto en La Salamanca. Estas tradiciones me parecen muy ricas de explorar porque tienen un imaginario muy potente que además, es nuestro. Me parece súper interesante”, insistió.

Te puede interesar
Ultimas noticias