07/04/2014

Ingrid Roddick invita a habitar sus “territorios de la memoria”

- REINICIARON MUESTRAS EN “LA LLAVE” - La artista cuenta con la curaduría de Patricia Piñero y pone a consideración de la gente sus mapas imaginarios, fotografías “viales” intervenidas y otras formas plásticas de expresarse. Arte que habla de nosotros.

Ingrid Roddick invita a habitar sus “territorios de la memoria”
Expositora y curadora
Expositora y curadora

“Hay producción que vengo haciendo hace algunos años, lo más viejo es de 2006-2007 y lo más nuevo del año pasado”, le dijo la expositora a “El Cordillerano”, porque hace tiempo que se expresa a través de sus cartografías. “Hicimos un trabajo juntando un cuerpo de obra que fuera consistente y relacionado entre sí, por eso el título de la muestra es Territorios de la memoria”.
Entonces, “todas las obras van hacia la idea del espacio vivido, del espacio percibido y también del espacio físico: Bariloche y la estepa, no sólo la ciudad o la montaña… Y cómo eso uno lo representa a través un mapa o de las fotos de un viaje o los carteles de la ruta”, añadió Roddick. Los mapas imaginarios “están basados en experiencias pero si uno quiere ir al lugar y buscar esa curva del río, en realidad exactamente no existe”.
La predilección por idear cartografías imaginarias reconoce larga data. “Patricia Piñero, que hizo la curaduría, la entrevistó a mi mamá (risas)… Y viene de muy chica, yo no vivía en la Argentina pero mi familia es argentina, entonces cuando veníamos de vacaciones y uno volvía a Estados Unidos, me preguntaban dónde había estado, dónde eran esos lugares. Entonces, siempre en las charlas había mapas para explicar de dónde venía, mostrábamos diapositivas… Después, en mi casa siempre había mapas. Salía un tema en la televisión y lo buscábamos en el mapa, en el Atlas… ¿Dónde está sucediendo esta noticia interesante? Así que hasta el día de hoy, los mapas están muy presentes, mis hermanos usan GPS como cosa muy natural”, expresó la artista.

Vivir en el espacio

El contenido de tales contornos es muy evidente. “Es la experiencia y la vivencia de estar en el lugar. Todas estas obras tienen que ver con la idea de pertenencia al lugar y yo siento una pertenencia hacia Bariloche, más allá de que me haya criado en Estados Unidos. Cuando vinimos a vivir a la Argentina, vinimos a Bariloche, me terminé de criar acá. Esa es la pertenencia… Al lugar y al espacio vivido”, insistió Roddick.
Además, raro que en sus obras no aparezca el curso sinuoso de algún río, igualmente conocido pero también reinventado. “El río es el lugar donde el ser humano va a reunirse o a contemplar, va hacia el agua. Inclusive, para hacer un asado, va a la orilla del río o del lago. Siempre hay un espejo de agua cerca, cuando la gente se reúne. Mucha de la actividad gira en derredor del agua y del río, sobre todo en el caso de la estepa”, justificó la creadora.
Por cuestiones de calendario, la exposición individual a la que hacemos referencia coincide con la participación de la artista en la segunda parte de “Curvas peligrosas”, muestra colectiva que se desarrolla en el hotel Llao Llao. Para Roddick no hay contradicción alguna: “estoy muy contento con exponer en La Llave porque justamente, me parece que La Llave es un lugar de Bariloche y de su gente. Hablar de pertenencia es hablar de este tipo de institución, así que me pone muy contenta poder exponer acá y armar esta muestra individual. En realidad, Llao Llao es el turismo, es otro ambiente, acceder a otro público. La actividad comercial de Bariloche se desarrolla en esos espacios pero la gente de Bariloche vive en estos… La gente de Bariloche trabaja ahí y vive acá, esa es la definición. Entonces, es un placer mostrar en los dos lugares, porque allá uno les muestra a los de afuera qué hay acá. Y en La Llave, uno comparte con la comunidad”.
Ingrediente innovador para una muestra individual del ámbito local es que la propia expositora quisiera contar con el concurso de una curadora, en este caso, Patricia Piñero. “Ella es curadora de arte, vivió en México y trabajó en un museo de arte contemporáneo. Es amiga mía y cuando le conté que iba a exponer acá, empezó a interesarse por lo que iba a mostrar, entonces le pregunté si no escribiría un texto… Al final, lo escribió y estuvimos hasta hace una hora colocando los ploteados en el piso. Es un placer trabajar con otro y si es con otro que uno se lleva bien y quiere, es un regalo”, redondeó Roddick. Sus trabajos son productos de su imaginación, claro… Pero verá que familiares resultan. (Más información en la edición impresa de hoy)

 

 

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