2022-02-21

Paola Schietekat Sedas

Desde hace un tiempo el poderío económico de Qatar logra que sus escándalos no salgan a la luz como debieran. Se sabe que en su designación como sede del próximo mundial de fútbol hubo sobornos, que parte de los obreros inmigrantes que participaron de las faraónicas construcciones de los estadios estuvieron en condiciones de esclavitud y también de la persecución feroz a todas las minorías sexuales, todo esto en un marco de una severa falta de libertad de expresión. La copa del mundo tapará todo esto y mucho más. Amnistía Intenacional y Human Rights Watch la llaman “la copa de la vergüenza”. Sus informes son lapidarios.

Paola Schietekat Sedas nació en México, profesa la religión musulmana y desde chica se interesó por el fútbol. Ella es miembro del Comité Organizador de Qatar 2022 como especialista en economía conductual. Una noche de junio del 2021 un conocido colombiano ingresó a su departamento en Doha y la agredió físicamente. Le pegó en las costillas, el hombro, la espalda y la cabeza dejándola seminconsciente. Un médico forense certificó los golpes y ella se presentó a hacer la denuncia correspondiente. En ese momento vivió en carne propia como la palabra de una mujer no vale lo mismo que la del hombre en ese país. Sugirieron que ella tenía una relación extramarital con el agresor y eso está severamente penado por las leyes cataríes. Un abogado le sugirió que se case con el agresor para simplificar las cosas. La carearon con el colombiano, quien aseguró que eran novios y que ella lo dejó pasar. En todo el proceso, el consulado mexicano demostró impericia para asesorarla. El tribunal le creyó al agresor. Ella se fue del país abandonando su trabajo. En ausencia, la sentenciaron a 7 años de cárcel y 100 latigazos. Desde México, donde el caso tuvo una gran repercusión, busca no solo revertir el fallo sino poder volver a trabajar.

Hace poco el presidente del Comité Organizador dijo que el colectivo LGTBQ+ es bienvenido, pero esperaba que "no realicen en público muestras de afecto y respeten la cultura local". La legislación vigente que impone la tutela masculina (padre, hermano, esposo, tío) a toda mujer (para viajar al extranjero, estudiar, casarse, trabajar, solicitar el carné de conducir y someterse a tratamientos médicos) no tiene miras de cambiar. En este contexto, el agresor sigue absuelto y sin ser localizado. Aún no se sabe el desenlace de esta historia.

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