2020-04-05

¿QUÉ SERÁ DE...?

Pedro Guillermo “Pichi” Carrasquedo, primer campeón argentino de motocross

Fue el primer campeón argentino de motocross. Campeonato que obtuvo en el 70 y 71. En el 72 se lo arrebató Juan Carlos Deyurka y salió subcampeón. Comenzó corriendo en el óvalo del campo de Las Margaritas y luego lo hizo el primer circuito de motocross que construyó Jean Pierre Raemndonck.

Con sus 72 años, Pedro Guillermo “Pichi” Carrasquedo fue el primer campeón argentino de motocross de la primera era de este glorioso deporte que impulsó el belga Jean Pierre Raemdonck. Muchos lo llaman el “gran maestro argentino del motocross”, y dicen que fue el mejor alumno del europeo que ahora reside en Villa La Angostura.

Con sus 72 años, nacido el 14 de julio de 1947, cursó el colegio primario en la escuela 16 y luego, como muchos chicos de esa época, comenzó a trabajar. Hijo de María Carrasquedo tuvo dos hermanos de un segundo matrimonio de su mamá, Juan Carlos de 64 años y Pilar de 53. Tuvo dos hijos, Marcelo Alejandro, de 48 años, y Guillermo Fabián, de 50.

Cuenta Guillermo que “empecé a andar en moto en 1961, en una NSU Quickly 50cc que era de Toto Realini, el dueño de tienda La Armonía. Él no la usaba y entonces me la prestaba. Un día con esa moto fui a correr al campo de las margaritas”.

“En mi vida de joven hice fútbol, básquet, creo que probé con varios deportes, ninguno me picó, de los que se practicaban acá en esa época, empecé a correr porque lo veía como una pasión, era pura adrenalina. Siempre miraba correr en el Ovalo a los de la generación anterior, estaban el ‘Loco’ Cueto, Carlos Abdala, Arturo Zimermann, los hermanos Chiway, Pastor Méndez, era una gran camada”, dice.

Carrasquedo explica: “en 1965 me compro una Gilera que hacía poco tiempo habían salido en la Argentina y entonces la preparé para correr”, Carrasquedo comienza a reírse y aclara, “preparar en esa época era sacarle el faro y los guardabarros, teníamos 17 años y eran las posibilidades que teníamos. Ese ovalo del que hago mención estaba ubicado en el Centro de Convenciones y había varios que corrían, me acuerdo del Beto Zohil, de Barba, Jorge Romero, eran 10 o 12 pibes de mi edad ahora (risas), ahí en ese ovalo no tuve victorias”.

El arranque del motocross

De los inicios del MX, Pichi Carrasquedo relata; “llegó Jean Pierre que le gustaban las motos. Él venía de Bélgica y allá en Europa el motocross era muy fuerte, traía toda la experiencia y había traído una moto para eso. Hizo el circuito de motorcross en el mismo lugar y nos prendimos 10 o 12 muchachos, el único experimentado era Jean Pierre. Todos lo copiamos y empezamos ahí. Recuerdo que se hizo una única categoría y se hicieron dos campeonatos. Fueron los dos primeros campeonatos argentinos y los gané a los dos. En el tercero ya se creó una categoría senior y una principiante.

El tercero en la mayor lo ganó Juan Carlos Deyurka. Luego vino una camada muy importante entre los que estaban Goyito Martínez, su hermano, el Jorge Martín, Horacio Estrada, el ‘Tano’ Alex Decian, Raúl Valdez; realmente fue una importante cantidad de pilotos y muy buenos, todos corríamos con motos nacionales Gilera y Zanella generalmente 175cc y 200cc”.

Primeros pasos en moto

Carrasquedo detalla sus comienzos en las dos ruedas, “siempre nos arrimábamos donde había ruido. Éramos 4 o 5 amigos del mismo barrio y había un taller que arreglaba motos, pero arreglaba además calefactores, calentadores. El dueño tenía una Garelli 50 y con esa moto aprendimos a andar, estaba Paco Menéndez, Beto Zohil y varios, incluido yo. Ahí comenzamos un poco con esto. Nos agarró la pasión y empezamos a investigar qué cosas se podían hacer con la moto y que no. En ese tiempo si te la rebuscabas un poco corrías porque muchos tenían motos para ir a trabajar y le sacaban los faros y el guardabarros los viernes para correr el fin de semana y el lunes a la mañana se los volvías a colocar porque había que ir a trabajar.

Creo que hoy el deporte cambió mucho, hoy el que no tiene respaldo económico mal que le pese no podrá correr en moto. En esa época, comenzaron a llegar las motos de motocross y el que podía comprarlas las adquiría y ahí sacaba la diferencia. En esa época era profesional en cierta forma pero seguía siendo amateur. Hoy no se puede correr sin ser profesional y si no venís de una familia más o menos acomodada. Yo corrí hasta el año 80 ya en motos importadas, eran todas traídas de contrabando, ya era más grande, me costó mucho poder llegar a una moto de esas”.

Los comienzos y la llegada de Garagnani

Carrasquedo sigue recordando y dice: “En esa época de un Bariloche con 8.000 o 9.000 habitantes nadie tenía un mango y se hacía todo. Las carreras comenzaron primero en el pueblo, después eran zonales y luego internacionales. Venían los chilenos que traían motos muy buenas y nosotros les corríamos de igual a igual. Ahí aprendimos mucho y luego muchos de nosotros comenzamos a comprar motos, todas de contrabando en esa época porque casi no existía la importación. Después llegó don Nelo Garagnani, él le dio una mano muy grande al motocross. El ‘Tano’ creo que colaboró con todos, le daba a todos los pilotos repuestos a pagar cuotas, porque hoy es caro, pero antes también. La moto la usabas para laburar y luego para correr”.

Amigos, amigos y más amigos

Carrasquedo no duda en decir que “el motocross, pero el deporte en sí, me dejó amigos, muchos amigos. Me dejó la enseñanza de una vida sana, no se hablaba de alcohol, no se hablaba de drogas, todo era muy sano y había mucho esfuerzo de todos. Había mucho sacrificio. Creo que hasta el manejo te enseña a ser prolijo en el circuito para buscar resultados y ser prolijo en la vida. Cuando dejé de correr puse un taller de reparación de motos que funcionó diez años en Tiscornia el 700 y luego me mudé a Ruiz Moreno 777 y estoy hace 30 años acá. Siempre para gente sobre todo de mi época, vamos quedando pocos, porque nos vamos extinguiendo (risas). Siempre están los que estuvieron. Hoy Bariloche es muy grande y siempre les cuento a mis nietos todo lo que había en Bariloche y que dejó de existir”.

Anécdota

Guillermo “Pichi” Carrasquedo cuenta que “recuerdo una carrera en Villa La Angostura. Ya venían los chilenos con motos muy buenas y nosotros teníamos que hacer mucha fuerza para ganar. Estaban Enrique Horta y Erhard Kausen, dos hijos de alemanes que andaban muy fuerte y además tenían motos importadas. Corríamos en Villa La Angostura alguna vez y en Bariloche. A los 20 años no pensás nada, querés ganar. Recuerdo que Horta estaba ganando y yo venía atrás, era la última vuelta y supongo que él habrá pensado que ya tenía todo controlado. En la última parte del circuito era una bajada larga y estiré todo, frenaje, salto, todo y lo pasé, no sé cómo hice, no la podía creer, porque él iba muy cómodo, con buen manejo y todo, yo me tiré a todo o nada”.

La familia es lo primero

Carrasquedo culmina hablando de toda la gente que lo rodeó y con quienes siempre va a estar agradecido. “Creo que de repetir mi vida, siempre de grande te lo preguntás, haría todo igual, tengo mucha gente a quién tengo que agradecer, a mi abuelo, que me ayudó y me alentó, a Garagnani porque siempre nos acompañó, a mi madre, a mis hermanos, a todos los compañeros de esa época, a Goyito, al Tin, a Juan Carlos Deyurka, a todos esos muchachos. A Claudio Pesce con quien soy amigo. A Jean Pierre, porque sin él todo esto no se podría haber hecho, él es sinónimo de motocross en Argentina. Él lo había practicado en su Bélgica natal y sabía. Nos enseñó cómo mejorar las motos, la verdad es que mucha gente hizo mucho por este deporte”.

Martín Leuful

Te puede interesar