La cantante de tangos ya debe estar en Florencia, pero tiene una cita relevante el próximo martes, cuando actúe en la Casa Argentina de la capital francesa. La culpa la tiene “El exilio de Gardel”.

En el que tal vez sea el peor momento para la cultura argentina en el último cuarto de siglo, Graciela Novelino tiene una chance única. Por estas horas, la cantante ya debe estar en Italia, donde afrontará una presentación en una ciudad del Véneto y luego, hará otro tanto en París. Además, en la capital francesa planea impulsar un proyecto sorprendente: la Ruta de Astor Piazzolla. Las dificultades son muchas, pero no entra en las posibilidades dar pasos atrás.

La tanguera estaba en Ezeiza cuando se dispuso a responder las inquietudes de El Cordillerano. El que está a punto de concretar, es “un proyecto que viene de lejos, de cuando vi la película El exilio de Gardel”, evocó Graciela. “Yo empecé a cantar en democracia y la película de Pino Solanas, filmada en París, tenía música de Astor Piazzolla. Eso reforzó el impacto de la historia, la estética y del guion. Siempre quise ir a cantar allí por eso, más allá de lo ligado que estuvo París al tango históricamente”, justificó la barilochense.

En la Ciudad de la Luz, nuestra vecina cantará por vez primera el próximo martes (30 de abril) en la Casa Argentina, en compañía de un relevante pianista. “Con Lalo Zanelli estaremos de estreno porque nos conoceremos allí en París. Lalo es un reconocido músico argentino, vive hace muchos años en Francia y fue pianista de Gotan Project. Llego a él a través del pianista y amigo Claudio Méndez y de su hermano Pablo Méndez, baterista, quien vivió muchos años en Francia y ahora está en Bariloche”. Será “un buen vértigo: ensayar y al otro día este concierto, que veníamos preparando desde hace unos meses a la distancia”, destacó Graciela.

No obstante, la tanguera afrontará otro compromiso antes de su debut parisino. “El primer paso es Florencia, en Italia. Allí me reúno con el querido pianista italiano Fabrizio Mocata, que es casi argentino, muy reconocido en el ámbito musical argentino e internacional”, destacó la intérprete. “Nos conocimos en el Festival de Tango de Granada (España) hace dos años, él me dijo: nos debemos unos tangos y así fue, nos presentamos en la Cumbre de Cumbres Mundiales de Tango en Zárate (provincia de Buenos Aires) 2023”. La sociedad artística se recreará “próximamente en Rovigo, una ciudad del Véneto”.

El Cordillerano: ¿Qué expectativas te despierta esta nueva posibilidad? Que yo recuerde, cantaste en Finlandia y en España, pero en Francia e Italia no. ¿O sí? En todo caso, ¿cómo te preparás?

Graciela Novelino: Exacto, es la primera vez que viajo a Francia y a Italia, son lugares donde el tango es muy bien recibido. Además, Astor Piazzolla sembró y sembró, cantaré varios temas de su autoría. Es un viaje que también tendrá una arista más allá de mi canto, más desde el lado de un proyecto cultural. Si todo sale como está previsto, entrevistaré a Jacqueline Pons en su casa de la Rue Descartes, es decir, La casa de Los Pons. Ella y su marido José Pons fueron anfitriones culturales de músicos argentinos y personalidades notables de nuestra cultura. Su hogar fue una segunda embajada argentina en París.

Además de transitar escenarios, la cantora tiene planes de considerable relevancia. “Tengo previsto hacer lo que he llamado Ruta Piazzolla en París. Me emociona y entusiasma. También otra Ruta Gardel y otra Senda Cortázar. Lo iré contando y compartiendo”, anticipó. Las iniciativas son llamativas en sí mismas, pero más aún si se tiene en cuenta la retracción del quehacer cultural en la Argentina, al menos, en el ámbito público.

Novelino es consciente del panorama. “Se da en este particular momento, lo sé”. Entonces, es “doble responsabilidad la de hacer algo desde el tango, desde nuestra cultura popular”, admitió. “Parte de mi viaje es autogestionado y otra parte es posible gracias a la invalorable red de personas que fueron apareciendo en el camino. María, una querida alumna y nueva amiga, me aloja unos días más en París, el mismo Fabrizio Mocata que me recibe en Italia y Rodolfo Werner colaboró en los inicios de gestión”.

La viajera también destacó que “La Casa Argentina en París, ubicada en la Ciudad Universitaria, es un lugar de intenso intercambio cultural. Valoro la posibilidad de conocer este espacio, donde se alojaron tantas personas notables de la cultura argentina. Cortázar, por ejemplo. Yo estaré alojada tres días y tendré tiempo para recorrerlo”, señaló. De cara a los públicos, cantará “tangos clásicos y siempre Astor. Versiones en clave musical actual”, resaltó. Ahí va Graciela, “siempre con el sur en el corazón”, se despidió.