Desde Comodoro Rivadavia, enviaron ayuda para los barilochenses más necesitados

Por Susana Alegría
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En un gesto de inmensa generosidad, teniendo en cuenta que, en nuestra ciudad, mucha gente está sin trabajo y padece del hambre y el frío, decidieron colaborar y enviaron un camión cargado de vestimenta, colchones y frazadas.

El Scania llegó el sábado pasado el mediodía y se estacionó en la esquina de Moreno y Frey, donde funciona una iglesia, en la cual colaboran con la gente que más lo necesita.

Yésica comentó: “Tratamos de estar atentos a las necesidades de la gente y aportamos nuestro granito de arena”. Esta colaboración se la dan a la gente que está en situación de calle, a familiares de pacientes que están internados en el hospital, quienes vienen de la Línea Sur y colaboran con algunas instituciones.

Ariel Sortano, pastor de la Iglesia de Dios de Comodoro Rivadavia, Iván Villanueva y Héctor Frías, durante dos horas, descargaron miles de bolsas que fueron dejando en la vereda. De inmediato, se informó a algunos merenderos y centros de abuelos para que quienes pudieran se acercaran para llevarse algunas bolsas y luego repartieran en sus barrios. A esta tarea, se fueron sumando aquellos que deseaban colaborar.

“Hermanos de nuestra comunidad en Bariloche, nos contaron cómo es la situación y, ahora que en Comodoro, estamos mejor, nos sentimos impulsados a darles una mano, en agradecimiento a todo lo que han hecho por nosotros”, dijo.

En su ciudad, hicieron turnos de 24 horas corridas, durante 12 días, asistiendo a las familias que perdieron sus hogares. “Somos cristianos, oramos a Dios pidiendo por los hermanos barilochenses pero no nos quedamos ahí; organizamos este viaje y acá estamos”.

Comentó que pidieron una señal a Dios para que confirmara si debían venir. El primer camión que consiguieron se rompió, pero llegó la oferta, a un precio muy accesible, de Transportes Pelado; entonces, no dudaron en realizarlo. La comunidad de Comodoro colaboró con el combustible.

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Comodoro hoy

“Nos estamos recuperando de a poco. Se sigue trabajando arduamente, pero se puede decir que estamos bien. Vivimos una catástrofe muy grande y llevará tiempo volver a la normalidad”, dijo el pastor.

Si se unen voluntades, vendrá otro camión

Yésica, de la iglesia de Dios de nuestra ciudad, comentó que hay otro camión del mismo porte que podría venir con más vestimentas y alimentos, pero necesitan reunir el dinero o el combustible necesario. “son mil litros de gasoil. De poder conseguirlos, o el dinero para pagarlo, muchos vecinos barilochenses, sumarían comida en sus hogares”.

Algunos no entienden

Las bolsas de ropa y calzado eran entregadas a las personas que llegaron al lugar. La premisa era que los particulares retiraran una o dos; las instituciones o grupos de ayuda podían cargar camionetas para distribuir entre sus vecinos. Algunos cumplieron con el pedido, llevando sólo lo necesario. Otras personas, sin embargo, no pensaron en los demás y se llevaron cargas completas, impidiendo que los que llegaron más tarde pudieran hacerse de algo. Lamentablemente, el egoísmo, todavía en algunas personas, supera la situación y no entienden de qué se trata la solidaridad.