17/07/2017

Caos, enojo y lamentable especulación ante la cancelación de vuelos

- TAMBIEN HUBO COMPLICACIONES EN LA TERMINAL DE OMNIBUS -  El cierre del aeropuerto local originó cancelación de vuelos y, por ende, fueron numerosos los pasajeros que quedaron varados en San Carlos de Bariloche. El edificio de la estación aérea se convirtió en un verdadero caos. También hubo una fuerte concurrencia a la terminal de Ómnibus, pero la respuesta para viajar fue escasa, por faltante de micros y por el mal estado de los caminos de la región. 

Caos, enojo y lamentable especulación ante la cancelación de vuelos
Uno de los aviones que tuvo que pasar la noche en el aeropuerto local.
Uno de los aviones que tuvo que pasar la noche en el aeropuerto local.

Por Juan Carlos Montiel
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Por el temporal de nieve, la ciudad quedó prácticamente aislada. La Naturaleza manda y aquellos que querían viajar no podían hacerlo, con lo cual se originaron quejas generalizadas. En el aeropuerto, la cancelación de vuelos hizo estragos y también hubo protestas en la Terminal de Ómnibus local ya que, ante la falta de aviones, la gente intentó trasladarse por vía terrestre, pero los micros tampoco dieron abasto.

En efecto, tal como informó El Cordillerano en su edición de la víspera, las personas que tenían sus reservas se encontraron con cancelaciones y no les quedó otra que dirigirse a las oficinas de Aerolíneas Argentinas o a LATAM, pero allí sólo recibieron como respuesta la devolución del dinero de los pasajes o reprogramaciones para varios días hacia adelante.

Ante la problemática, en forma automática, hubo solidaridad de pobladores locales que trataron de ayudar, pero la codicia humana una vez más mostró la peor cara de miserabilidad al vender, en el aeropuerto, el litro de agua caliente a $ 25 o con lugares de hospedaje que se ofrecieron a precios muy altos. El propio intendente municipal criticó severamente a los especuladores que no tuvieron respeto por la actividad turística y sólo les interesó ganar unos pocos pesos.

La otra cara de la moneda estuvo en la hospitalidad que surgió casi de inmediato cuando, desde la comuna, se solicitó que se informara sobre lugares vacantes para alojamiento. Casi al instante, hoteleros, cabañeros y otros elevaron su disponibilidad a la Secretaría de Turismo de la comuna, con la finalidad de albergar a las personas que se debieron quedar en Bariloche.

El tema del transporte urbano de pasajeros también provocó inconvenientes en todo Bariloche. Si bien, desde Protección Civil, se comunicó que “sólo se debía transitar con cadenas”, algunos de los micros de Mi Bus las portaban. El servicio se vio interrumpido en distintas líneas al caer la noche, y además escasearon taxis y remises.

Hubo gente que pernoctó en el aeropuerto

El jefe del aeropuerto de Bariloche no suministró mayor información, pero algunas fuentes aeroportuarias manifestaron que el Teniente Candelaria volvió a operar ayer, domingo; sin embargo, eran numerosos los pasajeros que continuaban sin tener precisiones sobre cuándo volverían a su destino original.

Mientras tanto, la empresa Aeropuertos Argentina 2000 brindó, a través de su página web, algunos ejemplos: a la 1.54, aterrizó un vuelo de LATAM procedente de Aeroparque y, a las 3.53, otro de Austral Líneas Aéreas. Mientras Aerolíneas canceló un vuelo que debía llegar a la madrugada, a las 8.31, aterrizó otro avión de LATAM y, a las 9.08, uno de Andes Líneas Aéreas.

Los aéreos que aterrizaron permitieron lentamente paliar la situación y hubo, por lo menos, cuatro partidas; pero la situación seguía siendo incierta para los viajeros que pretendían embarcarse, con lo cual los momentos de tensión fueron en ascenso.

Hubo pasajeros que decidieron pernoctar en el aeropuerto, con la finalidad de captar algún vuelo –probable- que los transporte a su destino, pero el momento no fue sencillo ya que hubo un intenso frío en toda la región (la falta de calefacción adecuada en la estación aérea se hizo sentir), con una mínima que llegó a los 25° bajo cero.

Aquellos que pasaron la noche en el Teniente Candelaria decidieron organizarse: hicieron guardia frente a los mostradores de las compañías aéreas para tener prioridad y, de surgir algún lugar, que el mismo no sea ocupado por algún acomodado o amigo del personal de turno.

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