01/10/2016

Un mundo feliz

Esta semana se conoció el nombre de Ibrahim, el niño de cinco meses con tres ADN diferentes. Es el primer niño que nace luego de que Inglaterra aprobara los procedimientos de manipulación de los ADN. 

Un mundo feliz

Ibrahin fue concebido en Inglaterra, de padres jordanos, nació en México, asistido por un equipo estadounidense. Pero al margen de esta diversidad de nacionalidades, la noticia es que a través de este tipo de procedimientos se pueden eliminar de los ADN enfermedades genéticas.

En este caso la madre de Ibrahim padece el síndrome de Leigh, una enfermedad mitocondrial transmisible a los bebés. Los genes de esta enfermedad se encuentran entre los 37 que se transmiten de madres a hijos. Según se supo un cuarto del ADN mitocondrial de Shaban, la madre, portaban esa mutación. Shaban ya había perdido sus dos primeros hijos, por esta enfermedad.

Este procedimiento aprobado legalmente en Inglaterra, consiste en fertilizar los óvulos de la madre y la donante con espermatozoides del padre y antes de que los óvulos fertilizados comiencen a dividirse en embriones se retira cada núcleo, se descarta el de la donante y se reemplaza por el de la madre. En este caso se fertilizó sólo el óvulo de la donante ya con el núcleo de la madre insertado.

Dados los secretos que rodearon el caso de Ibrahim, la comunidad científica no quiere dar demasiadas explicaciones. No hay o hay poca información sobre la naturaleza de la técnica usada en este caso, sobre el proceso ético de aprobación o sobre la evolución del bebé.

A finales de los 90s en los Estados Unidos, el investigador clínico experto en embriología Jacques Cohen y su equipo del Instituto Saint Barnabus de Nueva Jersey, fueron pioneros en la transferencia citoplasmática. Alana Saarinen es el nombre de la niña que nació con una técnica similar a la de Ibrahim. Solo que EUU luego de ese nacimiento prohibió esas prácticas.

Inglaterra en el año 2015 se convirtió en el primer país en el mundo que autoriza las prácticas de manipulación de ADN, provocando un estruendoso escándalo en la comunicad científica. Ibrahim es el primer niño que nace con estas técnicas y por ello reavivó la polémica.

Allá lejos, en el año 1931, el escritor inglés Aldous Huxley, escribió su obra “Brave New Word”, traducido al español como “Un mundo feliz”, en la cual en el año 2540, el mundo está controlado por una dictadura benigna, en la que los embriones son modificados para ubicar a los seres humanos en diversas castas, cada una con su función preconcebida.

Cito esta obra porque el debate ético de la manipulación genética preveía la posibilidad de que las clases sociales con mejores recursos económicos tuvieren bebes a la carta, con cualidades superiores a la media. Más de un centenar de reconocidos científicos de todo el mundo suscribieron un documento donde pedían que no se aprueben leyes que autoricen la genética, afirmando contundentemente que “puede llevar a una alteración irrevocable de la especia humana”.

En nuestro país no existe lugar a dudas y el nuevo Código Civil y Comercial de la Nación es tajante y contundente. En su art. 57 prohíbe estas prácticas. “Está prohibida toda práctica destinada a producir una alteración genética del embrión que se transmita a su descendencia”.

Sebastián A. Gamen
Profesor - Abogado especialista en Derecho informático y Nuevas tecnologías.
Contacto:
www.sebastiangamen.com [email protected]

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