El jueves próximo estará en Bariloche el soldado héroe del monte Dos Hermanas

Se logró el contacto con él a través del grupo TOM de veteranos de guerra de Bariloche, con quienes logramos conseguirle alojamiento para él y su señora esposa Avelina López. René Barriga, el otro profesor, le consiguió pasajes donados por Vía Bariloche y Ricardo Daniel Fuentes, profesor del CEM 44 consiguió excursiones cenas y armarle un pequeño plan de charlas a jardín de infantes (el número 3 que tiene un reconocido trabajo sobre la temática de Malvinas) y un par más de escuelas secundarias.

Dijo Fuentes que “la idea la tenía hace quince años, cuando un padre ( ex combatiente) de un alumno contó la historia en clase compartida, de un compañero de Malvinas que era Poltronieri, y cada vez que hacía alguna entrevista, me decían los ex combatientes "ojalá podamos traer alguna vez a Poltronieri".

Escribe Ricardo Daniel Fuentes

Las memorias colectivas se construyen y establecen a partir de prácticas sociales que se instalan como rituales en el calendario conmemorativo, aunque el sentido de cada evento conmemorativo es permanentemente re apropiado y resignificado por los distintos actores sociales en diferentes contextos. Al historizar la memoria, analizamos el paso del tiempo y el cambio en el relato que se produce en quienes recuerdan y olvidan en cada momento, al calor de los diferentes contextos históricos que los modifican.

Desde el Centro de Educación Media N° 44, en conjunto con el centro TOM de Veteranos de Guerra de Malvinas, estamos organizando la conmemoración del Día del Veterano y de los caídos en Malvinas, que en nuestra institución se realizará el próximo jueves 9 de Abril. Como continuidad del proyecto institucional de memoria y patrimonio cultural que desarrollamos desde la escuela, en el año 2014 bautizamos a la biblioteca con el nombre de Néstor Gorosito, recordando al héroe de Malvinas caído en el hundimiento del crucero General Belgrano durante la guerra de Malvinas en 1982. En esta oportunidad invitamos a esta ciudad al legendario soldado Oscar Ismael Poltronieri quien dará charlas en los CEM 44 y 36 y visitará el Jardín N° 3.

En las antípodas del cobarde capitán de los fantasmagóricos lagartos, Alfredo Astiz- quien se rindió con el “fusil frío” y firmando con nombre falso- Poltronieri es un héroe común, un gaucho de ley, morocho, mestizo, curtido por los laburos que desde chico debió realizar en el campo, nada más lejana su imagen que el prototipo holiwoodiano alto, rubio y musculoso. El Veterano de Guerra de Malvinas antes de cumplir el servicio militar era cuidador de caballos de polo en Mar del Plata. Oscar Ismael Poltronieri nació el 2 de febrero de 1962 en Mercedes, Provincia de Buenos Aires. Es el único soldado raso en recibir la máxima condecoración militar Argentina "La Cruz La Nación Argentina al Heroico Valor en Combate" (según la Ley 22.607 de 1982) por su hazaña y heroísmo en combate. Después de la guerra trabajó en una empresa lechera, vendió periódicos y, hasta hace una década, estuvo desocupado y era vendedor ambulante en los trenes bonaerenses.

Las deudas pendientes

Visto desde los testimonios orales, la guerra de Malvinas fue el único acontecimiento del período de la dictadura en el que toda la sociedad argentina aparece como afectada en forma colectiva. No era ya algo que “le pasaba al otro” y “algunos”.

Malvinas es aún un capítulo de nuestra historia reciente difícil de asimilar en todos sus alcances, ya que generó, entre otras cosas, una explicación de los hechos, un manejo antojadizo del pasado, determinados usos políticos, que por lo general no incluyeron a sus protagonistas directos, con las consecuencias negativas que esto acarreó y que impidió el proceso de articulación de las memorias individuales con las colectivas. Hay experiencias fundamentales para los que combatieron y que sin embargo son soslayadas u olvidadas, experiencias frustrantes de marginación, en un contexto más global de sociedades como la nuestra, que atravesó agudas exclusiones y negación de determinados aspectos del pasado que, aún a más de treinta años del conflicto bélico, no han decantado.

Los autoreproches, la sensación de haber realizado un esfuerzo inútil debido al recibimiento indiferente de los que “no fueron”, hacen que muchos veteranos descarguen responsabilidades y reclamen sinceridad a la sociedad mayoritaria: “de repente muchos los que fueron a la Plaza de Mayo a dar vivas por Galtieri se borraron” es decir que enarbolan un legítimo reclamo para que el mito social actual cambie y los incluya, nada más que eso.

Malvinas fue el esfuerzo colectivo, desde el granito de arena del fútil fondo patriótico de destino incierto, al imaginario colectivo que relegó o distorsionó un acontecimiento del pasado que no incluye a los actores principales del mismo. A los traumatismos de la guerra, los veteranos les sumaron el de sufrir ese desplazamiento de sus historias personales y la versión pública que tomaron las mismas.

La clase política y social dominante buscó imponer un relato articulador movilizando elementos del imaginario social, validándose en éste para luego imponerse como mito Malvinas: soldaditos pobres, pobres chicos, los chicos de la guerra, víctimas y actores pasivos del conflicto bélico. En esa visión recortada influyeron la manipulación de la información y la férrea censura durante la guerra, (recordar a modo de ejemplo los titulares de la revista Gente) por la cual pasamos de la euforia del “estamos ganando” al fracaso más eminente que derivó en un colectivo bautizado como los “pobres pibes de la guerra”. Las derrotas condicionan las relecturas históricas y esto constituye el origen de la deuda actual con los veteranos de Malvinas: la visión que aún hoy los considera chivos expiatorios y únicos responsables de la gran herida al orgullo nacional; y permite desnudar también la lógica hipócrita de quienes defienden la expoliación de nuestros recursos naturales y que dan la bienvenida a los nuevos colonialismos financieros y usurarios más actuales y peligrosos.