Tres carabineros fueron asesinados a balazos durante una emboscada, el sábado, y luego quemados dentro de la camioneta en que cumplían funciones en el sur chileno.

Dada la conflictividad que existe en esa parte del país trasandino, fueron muchas las voces que se alzaron apuntando a un crimen vinculado a organizaciones radicalizadas indígenas.

En la Argentina, dadas distintas problemáticas territoriales en Río Negro, Neuquén y Chubut, desde hace ya unos años funciona la asociación civil Consensos Patagónicos.

La agrupación, donde confluyen referentes de diversos sectores, aborda sobre todo inconvenientes vinculados al derecho de propiedad, y ha realizado diversos encuentros de visibilización del tema, con especialistas en distintos puntos. Así, por ejemplo, llevaron a cabo un foro en septiembre del año pasado en San Martín de los Andes, donde uno de los oradores fue el escritor y filósofo Santiago Kovadloff.

El director ejecutivo de la entidad, Juan Trebino, explicó: “Nosotros abogamos por la solución y el abordaje pacífico, mediante el consenso y el diálogo, de los conflictos. Por lo tanto, repudiamos de manera enérgica y enfática todo tipo de acto violento que se produzca”.

Y en cuanto a lo que sucedió puntualmente el fin de semana en la región del Biobío, en Chile, sostuvo: “Tenemos que ser respetuosos con los tiempos y los procesos judiciales de investigación de aquel país, porque hasta ahora no ha habido ninguna organización, comunidad ni nadie que haya reivindicado lo que sucedió, así que, por lo pronto, no se podría afirmar que esto viene de la CAM (Coordinadora Arauco-Malleco) ni de otra agrupación similar”.

“Sí es cierto, como bien señaló el gobierno chileno, que se trata de un modus operandi o una metodología criminal –diría que terrorista– que no tiene mucha vinculación con los antecedentes de la zona, pero también es verdad que toda esa región se encuentra en una tensión constante entre el gobierno –que declaró el estado de emergencia en 2022 y lo viene prorrogando–, las compañías forestales que operan allí y los pueblos originarios, los cuales, como ellos dicen, quieren reivindicar su territorio”, indicó Trebino.

De tal manera, describiendo que el hecho de produjo en un sitio de conflictividad permanente, pero a la vez remarcando que nadie se lo ha adjudicado, sostuvo: “Por lo pronto, no podemos vincular esto con el pueblo mapuche”.

Igualmente, apreció: “Como asociación civil, vemos con mucha preocupación que estas acciones de violencia se empiezan a replicar de este lado de la cordillera, y con esto no quiero hacer un paralelismo ni vincular lo que sucedió el fin de semana con lo que pasa acá, pero no hay duda de que toda la conflictividad que está sufriendo el sur de Chile, poco a poco, se viene reflejando en algunos actos particulares en la Argentina”.

En tal sentido, consideró: “No podemos dejar de hablar acerca de lo que sucedió en Villa Mascardi, por ejemplo”.

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En ese punto, hizo hincapié en la vandalización (incendios incluidos) de la propiedad Los Radales, como también en el ataque a la casilla de Gendarmería que luego se colocó en el lugar para custodiar el paraje.

Tras aquellos episodios se precipitó el desalojo de la lof Lafken Winkul Mapu, en octubre de 2022.

“No debemos mezclar los hechos, pero alertamos que la conflictividad territorial en el sur de la Argentina está empezando a tener una cierta correlación con los hechos que suceden desde hace varios años en el sur chileno”, advirtió el director ejecutivo de Consensos Patagónicos.

Además, aludió a la falta de precisión gubernamental sobre el tema de los pueblos originarios a nivel general: “Nos preocupa no tener en claro las posturas en relación a la política indígena que mantiene la Argentina”, dijo.