A pesar de la inhabilitación de Uber por parte del municipio de Bariloche, la aplicación de transporte sigue funcionando en la ciudad, desafiando las restricciones locales. A cuatro meses de su llegada a la localidad, la controversia en torno a la operatividad de Uber persiste, generando tensiones entre las autoridades municipales y los conductores de la plataforma.

A pesar del dictamen municipal que prohíbe la operación de Uber en la ciudad, la aplicación continúa en funcionamiento. Según fuentes consultadas por El Cordillerano, agentes de Tránsito y Transporte municipal siguen trabajando en el intento de interceptar los vehículos de Uber, sin embargo, desde que se conoció que el aeropuerto local es la “boca del lobo”, se ha observado una disminución significativa en la cantidad de vehículos secuestrados en ese lugar.

A pesar de esto, algunos conductores de Uber siguen llegando al aeropuerto en busca de pasajeros, lo que llevó a un aumento en el número de autos secuestrados, alcanzando un total de 38 desde que el municipio determinó que la actividad era ilegal y comenzó a tomar medidas al respecto.

Además de estos trabajos, los agentes de Tránsito y Transporte municipal continúan realizando controles en el "Teniente Luis Candelaria" para evitar que los conductores estacionen en lugares prohibidos o en doble fila. Algo que lleva muchísimo tiempo a los trabajadores son los vehículos estacionados en las banquinas, previo al ingreso, para evitar el pago de estacionamiento en el lugar.

Cabe recordar que inicialmente la prohibición de Uber tenía como fecha límite el 25 de junio, pero posteriormente se extendió hasta el 25 de julio. El mes pasado, desde la Subsecretaría de Tránsito y Transporte señalaron en diálogo con El Cordillerano que la inhabilitación seguirá en vigor hasta que el Concejo Deliberante apruebe un proyecto de ordenanza que regule la actividad de Uber en la ciudad.

A pesar de reconocer la demanda de la población por servicios de transporte adicionales, las autoridades municipales buscan regular la actividad de Uber para que opere de manera similar a los servicios de taxis y remises, lo que implicaría la habilitación de los vehículos por parte de la Municipalidad como medida regulatoria.