Tras varios años de relación, Natalie Weber confesó cómo era el accionar de Mauro Zárate en la relación y no temió en admitir que la engañó varias veces.

El inicio de la relación entre Natalie Weber y Mauro Zárate fue bastante complicado. Es que el principio de la relación estuvo marcado por los celos, la toxicidad y las infidelidades. Con el paso del tiempo, ella se animó a confesar lo mal que lo pasó, por más que haya terminado triunfando el amor. 

La relación entre Natalie Weber y Mauro Zárate comenzó allá por el 2009 y sufrió algunos altercados hasta que en 2012 la situación se estabilizó ante el pedido de matrimonio y la llegada de sus hijos Mía y Roco, que hoy tienen 11 y 9 años. 

En su visita a LAM, la charla fue dirigiéndose a las infidelidades y problemas de pareja y allí ella no temió en revelar cómo fueron sus inicios. Ante todo, ella comenzó por naturalizar lo que le hizo su marido: “De los cuernos y de la muerte no se salva nadie”. 

Luego de tomarse a la ligera las infidelidades de Mauro Zárate, mencionó de forma indirecta cuál era el accionar que realizaba para tenerla encantada y luego engañarla con otras mujeres: “Hay algunos que son muy pillos. Mienten muy bien. Te hacen sentir una reina y, después, son terribles”.

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Al hablar sin dar demasiados detalles, invitó a que Ángel de Brito le consulte sobre si estaba al tanto de infidelidades en sus relaciones. En este caso, no temió a la hora de mencionar que había sufrido esto: “Sí, fui cornuda. No pasaba por la puerta”. 

Con la situación confirmada, comenzó cómo se rompió la confianza entre ellos y qué era lo que hacía para enterarse de la andanzas de Mauro Zárate: “Fui muy tóxica, revisaba el teléfono una vez por semana. Encontré mensajes, videos, fotos, de todo. A la botinera le gusta el rubro, manda muchas fotitos”.

Además, Natalie Weber no temió a la hora de mencionar lo tóxicos que fueron ambos: “Llevo 14 años. Si ya no me relajo... Pero, los primeros años, éramos muy tóxicos los dos. A él no le gustaba que yo laburara. La maternidad, además, me sacó por completo del medio. Eso vino bien un tiempo, pero ya después tomé vuelo de nuevo”.

Tras sus polémicas declaraciones, en Desayuno Americano volvió a tocar el tema y mencionó por qué no piensa en abrir la pareja: “Para mí, si él quiere, debería abrirla sin que yo lo sepa. Lo que duele no son los cuernos, sino los comentarios. Entonces, si yo no me entero, no hay nada que recriminar”.

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