En las redes sociales, antes de la marcha vehicular a Villa Mascardi, circulaban mensajes que decían que la lluvia, el viento y la nieve no eran excusas para dejar de asistir.

Si bien la nieve, a las 15, cuando se había pautado la cita en la rotonda de Diarco, no llegó, el resto de los ingredientes climáticos citados sí se hicieron presentes.

Aunque al principio solo una veintena de vehículos aguardaban para marchar, con el correr de los minutos se fueron sumando otros y, al final, superaron los cuarenta, todos con banderas argentinas.

La convocatoria tuvo como propósito decir “no” a la propuesta gubernamental de entregarle tierras a la comunidad Lafken Winkul Mapu, que, precisamente, fue desalojada del paraje en octubre de 2022.

Casi ocho meses después de aquel operativo del Comando Unificado, referentes mapuches recibieron un llamado para mantener una reunión con funcionarios nacionales el 1 de junio, cuando, en teoría, se firmaría un acuerdo que incluiría el permiso para que la machi (autoridad espiritual) Betiana Colhuan –quien en la actualidad, al igual que otras tres mujeres de la lof, permanece con prisión preventiva domiciliaria– retorne al predio de Parques Nacionales donde quedó lo que denominan rewe (sitio sagrado). Lo haría junto a su círculo íntimo, mientras que el resto de la comunidad sería beneficiada con terrenos en la zona de lago Guillelmo.

Quienes asistieron a la manifestación quieren evitar que eso suceda, y varios llegaron a decir que están convencidos de que no hay manera de que algo así se concrete, entre ellos, el presidente de la Junta Vecinal, Diego Frutos.

Los autos, al arribar al paraje, se estacionaron al margen del espejo de agua, y allí habló Manuel Bravo, del Frente Patriótico Patoruzú, que en los últimos días tomó cierto espacio en los medios locales ya que, con su agrupación, apostó fuertemente a la convocatoria.

“Estamos bajo el mandato de un gobierno montonero, gente que en los setenta mataba”, sostuvo el líder de ese grupo nacionalista.

También se apreciaron banderas del NOS,  que a nivel nacional lidera Juan José Gómez Centurión.

Precisamente, desde ese partido, durante los momentos previos a la manifestación, se difundieron proclamas vía WhatsApp donde se afirmaba: “El atropello sobre la propiedad privada se torna insoportable. La soberanía no se entrega, ni tampoco nuestros parques nacionales. No cederemos, ni entregaremos ni un palmo de la tierra a bandidos y criminales falsos mapuches ni a los intereses enemigos que tienen detrás”.

Asimismo, se observó la presencia de gente del PRO. Estuvo el legislador provincial Juan Martin y quien en la semana presentó su precandidatura a diputado nacional, Sergio Capozzi, además de Martina Lacour, que en las últimas elecciones se ganó un lugar en la Legislatura de Río Negro por el circuito andino.

Sin embargo, aquellos que apostaban a la asistencia de alguna figura política nacional se quedaron con las ganas. En la marcha que se hizo el año pasado, dos días antes del desalojo, estuvo Patricia Bullrich, pero esta vez la presidenta del PRO no fue de la partida. Según allegados a la exministra de Seguridad, tenía compromisos tomados con anterioridad al llamado a este encuentro en Mascardi.

Así las cosas, bajo un diluvio que ganó protagonismo con el correr de los minutos, al borde del lago, los manifestantes desplegaron una bandera gigante y cantaron el himno nacional.

Aparte de la insignia argentina, varios de los asistentes portaron pancartas. En una de ellas, en alusión a la posibilidad de que se entreguen tierras a la Lafken Winkul Mapu, se leía: “Servicios inmobiliarios vende Patria”. Otro cartel decía: “Con el terrorismo no se negocia”.

Más allá de la marcha, lo que sucederá en torno a Villa Mascardi es una incógnita.

Bob Dylan, en su composición emblema, Blowin’ in the wind (Soplando en el viento), canta que la “respuesta flota en el viento”. El jueves, al culminar el breve acto, bajo una lluvia insistente, cada cual se subió a su vehículo y partió. En la orilla del lago, el viento siguió soplando, pero la respuesta, esta vez, no flotaba en él.