La ex número tres del mundo en el tenis eyectó de las canchas para recluirse en un círuclo íntimo como poco lugar para la prensa y lejos de la Argentina.

Gabriela Sabatini fue, es y será un ícono del tenis argentino. No hay persona en el mundo de la raqueta que no la quiera. Su simpleza, su manera de ser súper tranquila y su humildad le dieron casi que un Gran Slam como persona, siendo respetada en todas partes del mundo.

Su talento la puso en el mapa del tenis prontamente y con ello comenzó una carrera repleta de títulos y triunfos, pero que a la par traían consigo más y más exposición, algo que la jugadora surgida de River no quería tranistar en absoluto.

No obstante cosechó éxitos rimbombantes como el US Open y allí fue que su legado quedó para siempre en el tenis nacional y aún hoy se está esperando, aunque no sería la palabrar esperar, que alguien se asemeje un poco a cómo jugaba Gabi o mismo pueda construir una carrera de élite como tuvo ella llegando a ser número tres del mundo.

Pero cuando los triunfos dejaron de frecuentar, cuando la cabeza maquinó más que el cuerpo, dijo basta. Y sin un atisbo de duda, la bonaerense dijo hasta acá y a sus jovenes 26 años colgó la raqueta para nunca más volver.

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No solo que se fue del mundo tenis, sino que prácticamente desapareció de los medios y buscó vivir una vida donde la tranquilidad sea lo principal, donde ser Gabriela a secas sin que nadie la este persiguiendo para una foto o mucho menos un papparazzi esté atento a lo que ella hace por fuera de la cancha.

Suiza fue el lugar que escogió para ser feliz, para radicarse y sentir ese manera de vivir que tienen los suizos donde el respeto es todo y por más que sea la persona más famosa del mundo vas a poder transitar tranquilo las calles de un país que cuanta con atracciones turísticas y una economía sustentable que es la envidia de casi todo el planeta.

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Desde Suiza, Sabatini va y viene por todo el mundo. En el país ha presenciado innumerables series de Copa Davis o Fed Cup alentando a sus compatriotas y como amante de todos los deportes, siempre está atenta a cómo le va a los argentinos por el mundo, teniendo claramente una debilidad por Lionel Messi.

Desde lo sentimental nunca ha confirmado pareja alguna a pesar de los innumerables rumores en la que han involucrado, pero desde hace un tiempo la versión más fuerte que hay sobre el corazón de Gabi es que está acompañada por una socia llamada Luján Grisolía, quien sería la persona que comparte todo con la tenista desde hace quince años, desde vacaciones hasta cena familiares, todo con el perfil bajo como premisa.