Orlando Carriqueo llegó al parlamento mapuche que se desarrolló en Ingeniero Jacobacci con la idea de dejar de ser werken (vocero) de la organización indígena rionegrina.

Así, ni bien arribó, expresó ese deseo.

Su idea era seguir en la mesa política, pero desde otro lugar.

Asimismo, tenía la intención de aprovechar cierta trascendencia obtenida en el último tiempo para conseguir respaldo en el exterior con el fin de fortalecer la estructura de la Coordinadora del Parlamento Mapuche-Tehuelche de Río Negro.

Pero, en el encuentro que se llevó a cabo del 24 al 26 de marzo, se observaron ciertas particularidades.

Por ejemplo, entre las opciones que surgían para reemplazarlo, se notó cautela en dar el sí para ocupar el puesto.

En los últimos años, Carriqueo fue tan alabado por quienes coinciden con sus ideas como denostado por aquellos que se oponen a su accionar (incluso por algunos que forman parte de comunidades mapuches). De esa forma, su nombre tomó un relieve inusitado para alguien que representa la voz mayoritaria de un pueblo originario provincial.

Y, entre los que resaltan positivamente su labor, ganó tanto respeto que el rol que lleva adelante cargó un peso extra.

En ese sentido, se observó alguna reticencia a la idea de reemplazarlo.

Finalmente, se llegó a un término medio. Habrá nuevo (en realidad, nueva) werken, pero, ante el requerimiento de que esa persona cuente con apoyo en el camino que emprenderá, él seguirá ocupando también el rol que lleva adelante desde 2017.

Es decir, por primera vez, la Coordinadora del Parlamento Mapuche-Tehuelche de Río Negro contará con dos werkenes.

Más allá de la situación descripta, también influyó una de las cuestiones que se resolvió en el encuentro: ampliar la estructura de la organización.

El eco que obtuvo la Coordinadora en los últimos años, sumado a la gran cantidad de jóvenes que afirman descubrir su identidad mapuche, propició que se crea adecuado sumar participantes en la mesa política, por lo que se decidió que ello debería estar acompañado de dos voceros en lugar de uno.

Esto igualmente acompaña la intención que tenía Carriqueo de iniciar un camino por conseguir apoyo en el exterior (incluso desde lo económico). Su idea era aprovechar que se había conseguido reconocimiento incluso fuera de las fronteras argentinas para obtener distintos respaldos, y ahora, al haber una persona que, junto a él, se encarga de la vocería, podrá emplear tiempo en tal sentido. Esa intención también fue apoyada en el parlamento de Jacobacci.

Quien estará con Carriqueo ocupándose de la vocería es Fernanda Neculman Torres, una joven de veintiocho años que ha acompañado reclamos de diversas comunidades.

La decisión de que ella ocupe ese rol tuvo una amplia adhesión.