PRONUNCIAMIENTO DEL PARLAMENTO MAPUCHE

| 26/03/2023

“El derecho a la identidad es un privilegio de pocos”

“El derecho a la identidad es un privilegio de pocos”
Fotos: Verónica Moyano.
Fotos: Verónica Moyano.

Una característica de la marcha por el Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia, en Bariloche, fue la presencia mapuche, que, más allá de lo referido a la última dictadura militar -motivo de la manifestación- y al histórico reclamo por un reconocimiento de que la Conquista del Desierto estuvo unida a un genocidio, sumó el pedido de libertad de las integrantes de la lof Lafken Winkul Mapu que se encuentran con prisión preventiva domiciliaria.

En ese marco, la Coordinadora del Parlamento Mapuche-Tehuelche de Río Negro emitió un comunicado donde se refirió a esas cuestiones.

“Estas últimas semanas revivimos los discursos racistas, estigmatizadores y violentos contra el milenario pueblo mapuche tehuelche que habita este territorio”, comienza el texto, para luego proseguir: “Son los mismos discursos que se escucharon hace ciento cuarenta años, cuando el Ejército Argentino, al mando del general Roca, se aprestaba a avanzar sobre nuestros territorios comunitarios. Sobre comunidades libres y autónomas. Sobre una sociedad que hablaba otra lengua, tenía otro tipo de justicia, otras maneras de vivir y relacionarse, otra espiritualidad. Un pueblo donde el espacio territorial no era privado, era comunitario. Donde la mapu (tierra) no tenía valor económico, porque no se compraba ni se vendía”. 

“Ese territorio nos proveía y nos permitía el desarrollo como che (gente) junto a las otras vidas: plantas, animales, aves, cerros, ríos, montañas, mesetas, mallines”, sigue el manifiesto mapuche. 

Las autoridades indígenas provinciales indican que, luego, sobre los pueblos originarios, “se avanzó sin miramientos”.

“Bajo las luces del progreso y la civilización se extendió para nuestro pueblo una larga noche de oscuridad y exterminio hasta nuestros días”, sentencian, y exponen: “Allí conocimos la violencia más despiadada del progreso. Conocimos la tortura, el traslado forzado de miles de kilómetros a pie, muertes de hambre, de frío. Mujeres, hombres, niñas, niños marcharon hacia los primeros campos de concentración de la Argentina en lugares como Valcheta, Chichinales, Chimpay, Junín de los Andes, Carmen de Patagones”. 

De esa forma, relatan: “Los que llegaron fueron esclavizados. Mujeres, niñas y niños fueron repartidos en Buenos Aires como servidumbre, los hombres fueron repartidos en los ingenios azucareros del norte o en las plantaciones de Mendoza. Otros fueron presos a la isla Martín García y al museo de La Plata como piezas de estudio. Se nos cambiaron nuestros nombres, se nos borró nuestra identidad, nos prohibieron hablar nuestra lengua, ejercer nuestra espiritualidad y nos separaron del territorio”. 

Asimismo, el texto señala: “Algunos pocos acordaron con el gobierno de la época y se instalaron en reservas indígenas, pedazos de territorios acotados, que con los años se acotaron más. Los demás quedaron dispersos y sufrieron las incursiones de la sanguinaria Policía Fronteriza, antecesora de la Gendarmería Nacional, con más violencia para nuestra gente”. 

“Así, en pocos años se concretó el primer genocidio de la Argentina, oculto por la historia oficial. Sin memoria, sin verdad y sin justicia”, se lee en el comunicado.

Desde la Coordinadora del Parlamente se sostiene: “El pueblo mapuche tehuelche está vivo, al igual que más de cuarenta naciones que habitan a lo largo y ancho del territorio hoy conocido como Argentina. Atravesados por los conflictos territoriales, con una larga historia de discriminación y racismo institucionalizados, omitidos, naturalizados. Luchando contra un Estado que nos continúa invisibilizando cuando, a pesar de los reconocimientos constitucionales, no discute políticamente el territorio y lo que quiere seguir haciendo en él. Cuando la Justicia desconoce el derecho indígena. Cuando no reconoce todavía un primer genocidio fundante del Estado que es la base de la desigualdad y la injusticia en la sociedad”. 

“Nos oponemos a la megaminería, nos oponemos al fracking, al negocio inmobiliario de las tierras, al monocultivo, a los agroquímicos, a las semillas transgénicas, a las forestales, a las represas hidroeléctricas, a la contaminación de los ríos, lagos y mares. Nos oponemos a todo esto porque, a pesar de tanta muerte, seguimos creyendo en la vida, y buscando recuperar el buen vivir”, se indica. 

“Hoy interpelamos al Estado, al gobierno, a la sociedad, si es cierto que en este país existe ‘Memoria, Verdad y Justicia’”, apuntan las autoridades mapuche, y hablan de las detenidas, a las que califican como “presas políticas”. También hacen referencia al rewe (sitio sagrado) ubicado en Villa Mascardi, que afirman que fue “apropiado por el Estado Nacional”.

Al mismo tiempo, citan las muertes de Rafael Nahuel y Elías Garay, y aseveran que “el genocidio continúa”.

“Sin el reconocimiento de este primer genocidio, la memoria nos falla como sociedad, la verdad continúa oculta bajo las luces del progreso, y la Justicia se transforma en una circunstancia que sigue convalidando las injusticias más atroces”, sostienen.

De esa manera, consideran que, “sin el reconocimiento” de lo que califican como “primer genocidio”, “el derecho a la identidad es un privilegio de pocos” y resulta “inalcanzable una reparación histórica”. 

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