El conductor y humorista brindó una entrevista con Teleshow en la que se confesó sobre las inseguridades que tiene hoy para con sus jóvenes hijos.

José María Listorti fue sin dudas uno de los pilares más importantes de Marcelo Tinelli en la exitosa etapa de ciclos memorables como VideoMatch y ShowMatch. Fue uno de los nombres fuertes dentro de su staff, aquel grupo de humoristas y cómicos entrañables que dejaron una huella en generaciones.

Con el paso del tiempo y los nuevos proyectos de Tinelli, ya cada vez con menos lugar por el distinto enfoque que adquirieron sus programas, Listorti abrió sus alas y despegó hacia nuevos rumbos. Si bien siguió haciendo humor, experimentó otras facetas de la actuación y hasta se alzó como conductor.

En paralelo, luego de haber tenido una muy fuerte exposición en la época dorada del Cabezón, el humorista también bajó bastante su perfil y fue formando una familia. Fue entonces cuando en 2007 comenzó un romance con Mónica González, mujer que le presentó Flavio Mendoza.

Mientras José María conocía a Mónica, a la vez comenzó a conducir el ciclo Este es el show, dentro del cual analizaba diferentes cuestiones que giraban alrededor del Bailando por un sueño y que duró diez años. En ese interín, se convirtió en padre por duplicado junto a su esposa: Franco en 2009 y Bruno en 2014.

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Los tiempos cambiaron y, como todo padre de adolescentes, el reconocido humorista vive con preocupación las salidas nocturnas de sus hijos en medio de la inseguridad del país que ha ido en aumento y la misma violencia con la que se vive en las calles.

En una reciente nota con Teleshow, el conductor dio una fuerte opinión acerca de lo que más le preocupa de sus jóvenes hijos. "Me preocupa que salgan a bailar y peleen con alguien o que sufran por inseguridad en esta sociedad tan violenta, intolerante en la que todo es buen motivo para cagarse a trompadas, para enfrentar y para herir al otro".

Luego sumó: "Las charlas se van haciendo cada vez más habituales. Y además de que entiendan que la vida no es sólo esto que se vive en casa. Que no siempre podrán cambiar el celular o comer hamburguesas porque se les antoje. Que no todo será así de fácil".

Recordemos que Bruno, el menor, tiene 9 años; mientras que Franco el más grande tiene 13. "A mí me ocupa y me preocupa el qué será de ellos al crecer en un país tan endeble a nivel económico y socialmente tan complicado", resumió Listorti su preocupación.

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