La noticia nos llegó a través de un WhatsApp -lo más común hoy en día-, fría, dura, y que nos entristeció a todos quienes lo conocimos. Decía simple y dolorosamente: “Murió Juan Carlos Coppa”. 

El velatorio es en Sepelios Bariloche, cochería ubicada en la calle Vice Alte. O'Connor 745, Sala 1, de 12 a 14 horas y el sepelio será el día 8 de Marzo, a las 14 horas en el cementerio parque Valle del Descanso.

Durante muchos años fue nuestro compañero de trabajo en El Cordillerano, ya que se dedicaba al reparto del diario “de papel” a los kioscos de la ciudad y de a poco lo fuimos conociendo.

Era un “duro”, a veces algo “cabrón”, pero con el tiempo te dabas cuenta que era un caparazón que usaba como autoprotección, porque cuando hablabas con él mostraba el otro lado de su personalidad. La de un abuelazo que se desvivía por su nieta y su nieto, que sufría por las complicaciones familiares que le surgían como a todo el mundo y por los vaivenes laborales.

Pero hubo una trágica situación que lo derrumbó: el femicidio de su hija Valeria, cometido por la expareja de la joven frente a la iglesia Catedral, aunque siempre intentó mantener un bajo perfil sobre el tema.

Solo su entereza y el amor a los nietos lo hicieron ponerse nuevamente de pie, pero claro, ya a través de su mirada se traslucía esa eterna tristeza. Ayer, su cuerpo dijo basta, pero a todos nos quedará su ejemplo de lucha ante el drama que le tocó vivir, el peor al que se puede enfrentar una persona.

Hasta siempre “Abuelito” y aunque pasen los años siempre veremos la imagen de cuando llevabas o ibas a buscar a tu nieta a la escuela desde que estaba en jardín de infantes, esa que te transformaba en una persona tierna, al igual que la relación que tenías con tu grupo de amigos, siempre contrastando con el “duro” que querías aparentar.