Desde el área de Tránsito de la Comuna se dispuso, hace ya unas semanas, que el cordón norte de la colectora que tiene circulación vehicular hacia el Este (entre Diagonal Capraro y el puente del Ñireco), sea pintada de rojo y con ello existe allí una prohibición total de estacionamiento. Los comerciantes y los vecinos de la vereda de enfrente se sienten perjudicados porque aseguran que le bajaron las ventas considerablemente, al no poder los conductores estacionar para hacer compras.

Este lunes por segunda vez se presentaron en el Concejo Municipal para realizar su reclamo e intentar que se vuelva al sistema anterior. Los ediles los escucharon en Comisión y en la oportunidad se convocó para que brinden explicaciones a la jefa de Gabinete, Marcela González Abdala, y al subsecretario de Tránsito, Daniel Pincheira, pero ambos funcionarios estuvieron ausentes, lo cual enojó a los vecinos reclamantes. 

La comerciante Liliana Giménez indicó que “es la segunda vez que venimos, no hemos recibido aún una respuesta por parte de la señora Abdala, ni del señor Pincheira. También presentamos una nota a Vialidad, otra al señor (Carlos) Cattini para que nos den una explicación a todo esto. Consideramos que tiene que tomar intervención el Concejo Deliberante, pero por el momento no lo hicieron” y agregó a través del móvil de El Cordillerano radio (93.7) que “la Municipalidad tiene la obligación de juntarse con los vecinos, proponer, ver, y todo lo demás, a todos nosotros esto nos está perjudicando. Realmente esto es un despropósito porque en mi caso tengo 7 familias que mantener y la rentabilidad que ahora está dando mi negocio es poco y nada. Nos dicen ‘por qué no ponen un take away, un delivery, pero a nosotros eso nos genera más gastos, más egresos porque es otro sueldo. Estamos agotando todos los recursos”.

A su turno, el comerciante Javier Melín dijo que es evidente que “el Ejecutivo tiene un poco de soberbia en todo esto porque estamos esperando una 'respuesta pronto’ hace 60 días. El Concejo atiende nuestro problema, pero esto afecta a todos los vecinos de la zona. La respuesta que nos dieron es muy superficial. Por parte del Ejecutivo nos dijeron que es para implementar un nuevo sistema para trabajar, pero directamente ellos nos cerraron nuestros lugares de trabajo. Nos afecta un 50% o un 60% nuestro trabajo. Me gustaría que se acerquen, que den la cara, es obligación de ellos darnos una respuesta. Esto nos afecta la economía de nuestros negocios, la parte laboral, porque la vecina (Giménez) tiene gente que trabaja con ella, esa parte laboral queda afectada y afecta también al transeúnte que va por la zona del Ñireco”.

Explicó que además existe peligro porque ahora “los autos aumentaron el caudal de velocidad, por eso hay riesgo de vida, si uno camina esa zona se va a dar cuenta que cuesta mucho cruzar la calle, aun no comenzaron las clases, va a existir a futuro inconvenientes. Ellos tomaron la decisión sin consultar a los vecinos y como pasa en el barrio Ñireco creo que pasa en todo Bariloche. Deberían explicarle al pueblo de Bariloche qué obras van a realizar para que podamos vivir en forma mejor, no afectar la relación con los vecinos y los comerciantes”.

Asimismo sostuvo ante los ediles: “Queremos que pongan al cordón blanco nuevamente porque pintaron el cordón rojo y ese cordón rojo no afecta en nada la realidad del tránsito, porque la gente que estacionaba allí entraba a los comercios nuestros y luego se iba y ahora directamente los autos no circulan por ahí, toman por el medio de la calle y se estacionan del lado derecho, no cambió nada, al contrario, todo empeoró. Le pedimos al Ejecutivo que venga y explique, nosotros estamos abiertos a todo, sabemos que Bariloche está colapsado, que creció mucho, pero creemos que la solución que le dieron a este lugar no es la correcta”.

Continuó Melín: “Queremos que vuelvan atrás con las medidas, esto no ha cambiado nada, al contrario, hay riesgo porque aumentó el caudal de velocidad de los coches y nosotros no estamos negados con respecto a la ciudad, queremos que mejoren, pero no queremos que nos perjudiquen, que vengan, nos expliquen, sepan que nos hicieron daño y queremos que lo corrijan. A mí me colapsaron, me negaron el trabajo con mis clientes, tengo todo con líneas amarillas, antes en frente mi cliente paraba, compraba y se iba y no voy a permitir que me digan que tengo que cambiar mi sistema de trabajo. Yo trabajo con el día a día, tengo un empleado y tengo que hacerme cargo”.

Por último, un vecino con domicilio particular aseguró que de “punta a punta de la calle está ocupada por colectivos, está la garita más allá de mi casa, pero la mayoría estaciona el colectivo en la entrada del garaje. Como está todo amarillo cuando yo quiero entrar a mi garaje me encuentro que debo ir hacia la derecha, los vehículos van ahora a 50 o 60 kilómetros, no respetan la distancia y aunque yo ponga el guiño me llevan por delante. Paran a veces hasta dos colectivos y no puedo entrar a mi casa. Vivo en ese lugar hace más de 40 años y ahora cuando quiero entrar a mi vivienda corro el riesgo que me choquen, eso no lo contemplaron, todo el cordón frente a mi casa está pintado de amarillo”.