Este domingo, cerca de veinte nadadores y nadadoras se reunieron en bahía Serena, con el objetivo de visibilizar la necesidad de tener libre acceso a las costas, a partir de la convocatoria de la Asociación Nadaar junto a un grupo de vecinos del kilómetro 6 de Av. Bustillo.

“Nos sumamos a esta convocatoria para nadar por las costas libres. En principio, nos sumamos a los vecinos y las vecinas de la bajada 46 por este acceso a las playas, pero en realidad es por todas las costas, porque tiene que haber libre acceso”, indicó Adela Salzmann referente de Nadaar, asociación que impulsa la natación en distintos lagos de la región y realiza prácticas durante todo el año.

“Como asociación participamos de distintas movidas, por ejemplo, jornadas de limpieza, junto a Circuito Verde en las que encontramos muchas colillas de cigarrillos en las playas. Una sola colilla contamina hasta 50 litros de aguas dulce potable. Entonces, tal vez, son datos que las personas no saben, algo que parece inofensivo, pero incluso puede generar incendios”.

“Lo que buscamos desde nuestra actividad es concientizar sobre el cuidado del medioambiente, que en definitiva son los espacios que habitamos y en los que desarrollamos nuestras actividad deportiva”, observó. “Queremos visibilizar y concientizar sobre una manera más armónica de habitar este espacio”.

Por su parte, también estuvo presente la problemática del acceso a la playa en la zona del kilómetro 6. “Articulamos la propuesta de la Asociación Nadaar de nadadores de aguas abiertas con las luchas de los vecinos y las vecinas del kilómetros 5, 6 y 7, en reclamo por las bajadas al lago. Tenemos obstruida actualmente la bajada que en la plancheta municipal figura como número 46, que está a la altura de la Av. Bustillo al 6500”, contó la vecina Susana Romaniuk. “Estamos reclamando hace más de dos años al Municipio que habilite esa bajada”.

La actividad se llevó a cabo con un clima lluvioso, cerca de las 16, en bahía Serena, con alrededor de veinte deportistas, que se dividieron en un grupo de iniciantes y otro de nivel avanzado, en un circuito de 1100 metros. Como parte de la práctica, destacaron la importancia salir en grupo y cuidar la seguridad, boyas, tapones de oídos, gorra y tener una buena recuperación al salir con infusiones calientes y abrigo. “Es lo que practicamos durante todo el año, y también lo queremos transmitir como enseñanza de las aguas frías de nuestro entorno. Hay que saber los riesgos que conlleva el agua fría”, señalaron.

Nadaar estará cerrando el circuito rionegrino de aguas abiertas con la competencia Travesía Sur, el 11 de marzo en el lago Gutiérrez.