Durante su visita a Bariloche de la semana pasada, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, recibió un petitorio por parte de practicantes de un método budista denominado Falun Dafa que pretenden que el grupo de danza Shen Yun actúe en el Teatro Colón.

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Ahora bien, ¿qué es Falun Dafa?

Quienes la realizan la definen como “una disciplina que apunta directamente al corazón humano”, y señalan que su fundamento pretende la asimilación de tres principios universales (verdad, benevolencia y tolerancia).

A la vez, aclaran que la práctica se relaciona con la Escuela Buda y tiene como fin “cultivar y refinar cuerpo, mente y espíritu”.

Asimismo, exponen que los seguidores de esta actividad son perseguidos en China.

“China tiene cinco mil años de cultura espiritual, pero desde 1949 este legado ancestral fue destruido por el Partido Comunista, que prohibió violentamente la creencia en lo divino”, se señala en un folleto de difusión de Falun Dafa, donde también se dice que fue en el marco de ese “vacío espiritual” que una persona llamada Li Hongzhi difundió la disciplina por primera vez en público, en 1992.

Según se advierte, en siete años, más de cien millones de chinos la practicaban. Pero quien fue secretario general del Partido Comunista Chino y presidente de la República Popular China, Jian Zemin, en 1999, comenzó una persecución contra ellos.

Los seguidores de esta disciplina afirman que, aun en la actualidad, se tortura en territorio chino a quien se declare practicante del método (incluso hablan de campos de trabajo forzado y sustracción de órganos para la venta).

Por el lado del gobierno chino, en tanto, se califica a Falun Dafa como “una secta que daña a la sociedad”, en la que se “implementa control mental extremo sobre sus creyentes”.

Los detractores también afloran fuera de China e indican que el fundador de Falun Dafa, Li Hongzhi, ha hecho declaraciones homofóbicas y que tiene pensamientos extravagantes acerca de la existencia de extraterrestres.

A todo esto, Shen Yun es un cuerpo de baile y música con base en Nueva York, que realiza shows en diversas partes del mundo, donde diplomáticos chinos suelen pronunciarse para evitar que actúe.

Trascendió, sobre todo, la oposición que se impuso desde la Embajada China en México para las presentaciones del año pasado en aquel país.

Los espectáculos de Shen Yun son visualmente imponentes y basan su temática, precisamente, en la disciplina Falun Dafa.

“El llamado Shen Yun no es una representación cultural, sino una absoluta herramienta política para llevar a cabo propagandas de la secta destructiva y anti-China, expandir su influencia y recaudar dinero. Empaña y distorsiona la cultura china, y engaña e incluso envenena a los espectadores”, dijeron desde la Embajada de China en México ante actuaciones de la agrupación en mayo de 2022 en diversos y prestigiosos recintos.

En la Argentina, la agrupación ha actuado en diversos momentos en el teatro Ópera. Sin embargo, practicantes argentinos de Falun Dafa afirman que “la China comunista se ha infiltrado en la política argentina y existen fuertes indicios que revelan que la Embajada China en el país presiona, desde hace más de diez años, al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires para que rechace solicitudes de alquiler del Colón para Shen Yun”.

De ahí la solicitud que le entregaron a Horacio Rodríguez Larreta en Bariloche.