La problemática de los robos de motos en Bariloche no tiene solución. La vulnerabilidad en la seguridad de este tipo de vehículos genera que sea prácticamente imposible prevenir los hechos delictivos.

Existe, como mínimo, una denuncia diaria sobre estos hechos aunque a veces hay varias más. Muchos vehículos son sustraídos de los patios de las casas donde están estacionados aunque también se los llevan de las veredas, frente a locales comerciales y a plena luz del día.

Lo cierto es que la problemática, al menos por ahora, no tiene solución a la vista. Las redes sociales se plagan de publicaciones sobre estos hechos delictivos, impulsadas por sus propietarios quienes intentan recuperar sus bienes.

Ahora bien.  ¿Dónde van a parar las motos que son robadas?. La existencia de un mercado negro de repuestos es la principal hipótesis sobre el destino de estos vehículos.

“Las desarman, venden parte por parte y los repuestos son ofrecidos a bajo costo, principalmente las piezas que no tienen numeración” aseguran fuentes que conocen en detalle la situación.

No obstante existen otras versiones que también tienen sustento. Días atrás la Policía de Río Negro secuestró una moto que tenía un pedido de secuestro del año 2018, es decir que desde que fue sustraída estuvo circulando, sin ser descubierta ni por la fuerza ni tampoco por el damnificado.

En otro operativo la moto que secuestraron los uniformados había sido robada justo un año atrás, en enero de 2022. El vehículo estaba prácticamente igual a que cuando se la llevaron, aunque sin patente.  

La proliferación de estos rodados, de bajo costo, dificulta las estadísticas. “Se venden moto todos los días, hay cada vez más en las calles, por eso no sólo aumentan los robos sino también su presencia en nuestras calles” aseguran.