El matcha es un tipo de té verde en polvo que usualmente se usa en las ceremonias de té en Japón. En los últimos años se volvió popular en Estados Unidos y en otras partes del mundo, y es común encontrarlo en las cafeterías, muchas veces mezclado en lattes o batidos.

Mientras que otras hojas de té verde se suelen remojar enteras en agua caliente, “el matcha es mucho más concentrado en cuanto a ingredientes porque se elabora a partir de hojas de té enteras molidas”, aseguró Frank Hu, jefe del Departamento de Nutrición de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de la Universidad de Harvard.

Aunque las investigaciones sobre sus beneficios para la salud no son definitivas, los expertos afirman que este tipo de té verde contiene grandes cantidades de compuestos potencialmente benéficos.

Los antioxdantes

“A medida que envejecemos o nos exponemos a factores ambientales, como la luz ultravioleta o los carcinógenos, acabamos teniendo especies reactivas de oxígeno que dañan nuestras membranas celulares”, explicó Jamie Alan, profesora adjunta de Farmacología y Toxicología en la Universidad Estatal de Míchigan. Los antioxidantes, que abundan en el matcha, son sustancias que “neutralizan” esas moléculas nocivas.

Por lo tanto, en teoría, este té puede ayudar a proteger las células del cuerpo de los daños y reducir el riesgo de ciertos problemas de salud como las enfermedades cardíacas o el cáncer. Así lo afirmaron Hu y Alan, aunque no está demostrado.

La L-teanina

Este aminoácido, que se encuentra tanto en el té verde como en ciertos hongos, es otro componente que los expertos destacan como posiblemente benéfico para la salud. Algunos pequeños ensayos controlados con placebo han sugerido que la L-teanina puede mejorar el rendimiento cognitivo y reducir el estrés. Sin embargo, ambos expertos señalaron que solo se realizaron estudios en animales y muy pocos ensayos con una muestra reducida en humanos.

La cafeína

Las evidencias de los beneficios que la cafeína tiene en la salud son bastante sólidas, sostuvo Hu. Los estudios descubrieron que la cafeína puede aumentar la función cognitiva y el estado de alerta, además de acelerar el metabolismo. Hu también indicó que el consumo habitual de café (la principal fuente de cafeína de muchos) está asociado con un menor riesgo de padecer diabetes, enfermedades cardíacas, hepáticas y deterioro cognitivo relacionado con la edad.