Por Claudio Andrade

Cada vez existen más alojamientos que poseen un valor propio que está por encima (o subterráneo) de los espacios en los que fueron construidos.

“El Huevo del Dragón” seguramente pertenecerá a esa exclusiva lista donde se incluyen hoteles 7 estrellas en Oriente Medio o alojamientos muy originales y, por lo tanto, exclusivos a su modo en algún rincón de un parque nacional o una isla olvidada.

Esta dependencia turística con forma de huevo gigante, como perdido en el medio de un bosque de Trevelín, al menos con estas líneas literarias juega el fundamento del proyecto, fue creado por el arquitecto Martín De Estrada hace unos años aunque, como suele ocurrir con los locos sueños, permanecía en una carpeta.

Dicho al pasar aunque no deja de resultar importante: Martín De Estrada es nieto de Ernesto De Estrada, el creador de los emblemáticos Centro Cívico y Costanera de Bariloche.

Navegando en la red encontró las bases para el concurso Fondo para Alojamientos Singulares de Airbnb y se presentó. Desde que quedó seleccionado, junto a otros proyectos del planeta, incluida la Casa de chocolate de Hansel y Gretel, creada por la María del Valle Cantaluppi y que se construirá en Bariloche, el “Huevo del Dragón” se volvió viral.

El concurso reparte 100 mil dólares a proyectos originales de distintos lugares del mundo. El alojamiento del arquitecto argentino se ubicará en un predio suyo de 7000 m² en Trevelín, Chubut.

No cabe duda de que la temperatura estaba para este pastel tan divertido. El libro “Juego de Tronos”, de George R. R. Martin, la exitosa saga en HBO Olé y la precuela “La Casa del Dragón”, mantienen a estos animales mitológicos vivos en el imaginario de la gente.

La “cabaña” tiene efectivamente el aspecto de un gran huevo que, por caso, habría dejado caer tal vez accidentalmente mamá dragón en medio de un idílico bosque en la Patagonia. Pero el huevo es en realidad un alojamiento y adentro luce genial para descansar el cuerpo y la mente.

Es como si alguien hubiera exclamado en el fervor de “Juego de Tronos”: “¿Y si pudiéramos pasar unas vacaciones en el huevo de un dragón?” Bueno, digamos que ahora la ilusión tiene una pata en la realidad. No será como alojar en el huevo real de Viserion, Rhaegal y Drogon, pero de consuelo es factible presuponer que será mucho más cómodo.

“El Huevo del Dragón surge como un atelier, venía por el lado del arte, como un estudio. Luego aparece el concurso y se suma la cuestión de Trevelín y la cosa más turística. Pero arquitectónicamente quedó igual”, le cuenta a El Cordillerano el arquitecto De Estrada.

Respecto del cuerpo de la obra también profundizó.

“La estructura va a ser de un material de descarte de la industria petrolera, es un caño metálico de 3 pulgadas. En las columnas y entrepisos estará esa estructura que va a sostener el huevo en sí mismo. Después el huevo, toda la cáscara, va a ser de madera, con placas OSB y por dentro reboques de barro terminados a la cal”, detalla.

“El gran desafío acá es la rampa, que estamos con el ingeniero dándole vueltas, pero básicamente tenemos que generar un nervio rígido, con un caño bien grueso, por donde también van a pasar todas las instalaciones. Esto va a ser la médula espinal y las costillas se van a ir enhebrando a la pieza rígida”, explica.

Después de la avalancha de “likes” y emoticones que siguió a la noticia de su selección de parte de la famosa plataforma de alojamiento, De Estrada dedica sus horas a cosas más terrenales.

“Ahora estoy limpiando el terreno, procurando terminar los planos principales para tener luz de obra y tareas de diseño de detalles. Mi idea es tener todo armado lo más posible para encajarlo, porque vamos a utilizar arneses y no puedes estar dudando porque podría afectar el diseño. Estoy puliendo el diseño y la parte preliminar de obra. La idea es arrancar en enero a mediados de enero”, cuenta.

Más allá del huevo y la locura de las redes la vida sigue y hay otras ideas en la cabeza del arquitecto.

“Espero que se me abran puertas para poder hacer una arquitectura más relacionada con el arte. Era el objetivo inicial, hacer un estudio así. Ya he tenido clientes que me han pedido cosas bastante orgánicas, fuera de lo común. Me gustaría lograr esto con buena arquitectura, que establezca ese vínculo con calidad arquitectónica. Me gustaría también hacer intervenciones urbanas, es otra cosa que me atrae mucho”, concluye.