Argentina tendrá un nuevo avión presidencial, por razones de carácter logístico, de seguridad y económicas. El Gobierno de Alberto Fernández buscó una aeronave más nueva para reemplazar al Tango 01, de 1992 e inactivo desde hace 7 años.

Se contó con el asesoramiento de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), un organismo que depende de Naciones Unidas. Si se supera la Inspección pre compra (PPI) y se termina de acordar la financiación, el nuevo avión llegará próximamente.

El elegido es un Boeing 757-256, que tiene capacidad para 39 pasajeros. Cuenta con un dormitorio principal con todas las comodidades, y con otros dos dormitorios de visitas que se pueden adaptar como salas de reuniones. A diferencia del Tango 01, puede realizar vuelos más largos sin escalas, hasta Europa o Estados Unidos. Tiene un motor Rolls Royce RB211-535E4, uno de los que poseen mayor empuje.

El Gobierno hizo el pliego de licitación el 13 de abril. Se presentaron tres oferentes y uno solo, el de C&L Aviation Group, cumplía con todos los requisitos. Según el informe que encargó el Poder Ejecutivo, “la aeronave en oferta analizada por la OACI supera las especificaciones en materia de equipamiento”. Es del año 2000 y tuvo una remodelación en el 2012.

En un principio se había evaluado la posibilidad de reparar el Tango 01, sin embargo, se desestimó. La OACI terminó desaconsejando esa opción debido a las dificultades para conseguir las piezas y al tiempo que lleva parado.

Argentina pagará un poco más de 25 millones de dólares por la adquisición. Tres millones se descontarán por la entrega del Tango 01 y parte del resto se financiará con un préstamo que se está gestionando ante la CAF-Banco de Desarrollo de América Latina.