La competencia de las 1000 Millas pasó por Bariloche en lo que se ha transformado en una grata costumbre anual –salvando el pandémico 2020–, donde autos de colección jerarquizan los caminos patagónicos.

El acontecimiento, organizado por el Club de Automóviles Sport (CAS), tuvo su largada simbólica el miércoles de la semana pasada, en el Centro Cívico, donde habitantes de Bariloche y turistas convergieron para disfrutar de los vehículos.

Estacionados alrededor de la plaza emblema de Bariloche, mientras hacían su verificación técnica, los autos tornaban el momento en una escena de película.

Aquel día también hubo instantes de incertidumbre, cuando un reclamo de la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina (UTHGRA) hizo temer dificultades para que el espectáculo comenzara.

Finalmente, una conciliación obligatoria (que depararía una audiencia fallida al día siguiente, donde los empresarios no se presentaron) obligó a los manifestantes a dejar el lugar, y la carrera contó con su bajada de bandera simbólica a cargo del intendente Gustavo Gennuso.

Una de las características de esta edición fue la participación de Puma Energy como combustible oficial.

Por segundo año consecutivo, la marca apostó a la competencia.

De esa manera, la firma tuvo en este espacio una vidriera como para mostrar el modo en que está pisando fuerte en el sur argentino.

Cabe recordar que Puma nació en el país, como una de los primeros emprendimientos nacionales de combustible, en la primera mitad del siglo XX.

Tras su internacionalización, en determinado momento dejó de operar en la Argentina, pero en 2018 regresó.

Al respecto, en los momentos previos al inicio de la competencia, durante una conversación con El Cordillerano, el director de marketing de la firma en Latinoamérica, Alejandro Barón, había expresado: “El crecimiento en estos cuatro años fue exponencial; pasamos de tener treinta estaciones a las más de cuatrocientas con las que contamos en la actualidad”.

Más allá de la visibilidad que ofrece un sitio como Bariloche, el interés de la empresa también apunta, por un lado, al afianzamiento en la localidad, ya que ha hecho una apuesta fuerte aquí, con cinco estaciones de servicio, una de ellas ubicada en Ñireco, recientemente remodelada. Pero, además, el director de marketing confió que existe otro punto a resaltar: “Nuestra refinería está en Bahía Blanca, así que incluso operativa y logísticamente es una zona de influencia muy importante para la marca”.

En tal sentido, indicó: “Nuestra estrategia de expansión está focalizada en la Patagonia”.

De esa manera, dio a entender que la intención es, de aquí en adelante, profundizar la actividad en esta localidad.

Por eso también la presencia de la empresa en el cerro Catedral durante el invierno, brindando combustible a la maquinaria del lugar, y que se piense continuar este verano con el parador en la Playa del Viento –que ya estuvo el año pasado–, a orillas del lago Moreno.

En cuanto a las 1000 Millas, cabe recordar que la largada oficial fue el jueves, desde el Llao Llao, y la competencia duró tres días.

Los autos recorrieron paisajes naturales emblemáticos de la Patagonia, entre ellos San Martín de los Andes y Junín de los Andes, además del Camino de los Siete Lagos.