Si bien lo que se debatió en el último parlamento de comunidades mapuches, que se realizó en Bariloche hace diez días, incluyó temas diversos, que fueron desde el extractivismo a la necesidad de que se concrete el relevamiento territorial que indica la Ley 26.160, la cuestión que sobresalió –al menos visto desde “afuera”, para mucha gente que ha seguido atentamente las noticias al respecto– fue lo referente a Villa Mascardi.

Y, en esa temática, se repudió el operativo de desalojo efectuado por el Comando Unificado de fuerzas federales, el 4 de octubre, contra la lof Lafken Winkul Mapu.

Pero, más allá de eso, se sabe que el tema es causa de internas dentro del propio pueblo mapuche.

Representantes de varias comunidades no pudieron asistir a la reunión por cuestiones económicas, ante la imposibilidad de costearse el pasaje desde diversos sitios de la provincia. Pero también es cierto que otros prefirieron no ir por un distanciamiento con los referentes actuales de la Coordinadora del Parlamento del Pueblo Mapuche-Tehuelche de Río Negro y el Consejo de Desarrollo de Comunidades Indígenas (CoDeCI).

Y el tema que causa el temblor interno es, precisamente, Villa Mascardi.

Si lo representantes de los órganos de referencia de los pueblos originarios han manifestado su apoyo a la Lafken Winkul Mapu, muchos otros mapuches no están de acuerdo con esa posición.

El caso más claro es el de la lof Wiritray, que se ubica en la cabecera Norte del lago Mascardi. Tras mucho tiempo de silencio, al observar la actitud de quienes presiden la Coordinadora y el CoDeCI tras el desalojo, sus miembros optaron por emitir dos comunicados muy duros, marcando sus diferencias. En el último de ellos, precisamente, habían advertido que no concurrirían a la reunión de Bariloche y, además, señalaron que desconocerían cualquier tiempo de documento que saliera de allí, ya que, opinaron, el encuentro estaba “viciado de nulidades y arbitrariedades”.

Alguien que sí asistió al parlamento, pero que se quedó pocos minutos, fue el lonko (autoridad) de la comunidad Tequel Mapu (de Mallín Ahogado y El Bolsón), Alejandro Huenchupan.

El hombre también tiene un pensamiento contrario al accionar de la Lafken Winkul Mapu, y ha mostrado su posición públicamente al formar parte de dos de los denominados banderazos que se realizaron en contra de aquella comunidad, el último de ellos, un par de días antes del desalojo, cuando la exministra de Seguridad, Patricia Bullrich, formó parte de la marcha.

Justamente, eso es lo que se le recriminó en el parlamento efectuado en Bariloche, donde, principalmente, fueron las mujeres las que levantaron la voz para protestar por su presencia.

Huenchupan decidió, entonces, retirarse del gimnasio municipal en el que se hizo el encuentro.

Tras ese episodio, el lonko habló de su cercanía con la visión de la comunidad Wiritray. Así, diferenció a sus integrantes de aquellos que forman la Lafken Winkul Mapu, a quienes directamente trató de “delincuentes”.

“La Wiritray tiene buena conducta, son personas decentes, nunca maltrataron a ningún vecino, no anduvieron en cosas raras, no robaban vacas, caballos u ovejas, ni estaban quitando campos… Nunca cambiaron de lugar los alambrados”, dijo Huenchupan, a la vez que evocó: “Yo conocí a Clarisa Montenegro (referente de Wiritray, que falleció en febrero de 2021), que luchó mucho, como sus familiares”. 

“Esa gente es genuina, nada que ver con los otros”, sentenció.