En una sala uno cree que está en una chocolatería, pero al pasar a otra se topa con una peluquería, a unos metros se siente en un taller mecánico, y también puede verse en un aula de computación…

La Escuela de Aprendizaje de Oficios N° 2 es una caja de sorpresas… Y en cada ambiente sobran sonrisas.

El 15 de noviembre se celebró el Día de la Educación Técnica. El motivo de la fecha radica en que, en 1959, se creó el Consejo Nacional de Educación Técnica (CONET), hoy Instituto Nacional de Educación Tecnológica (INET).

Así, esta semana, la Escuela de Aprendizaje N°2 festeja con una muestra anual de oficios, mientras está a la espera de que, por fin, los astros se alineen para contar con un edificio propio.

“Estamos luchando por eso desde hace mucho tiempo. En 2022 cumplimos cuarenta años de vida”, sostuvo la directora, Beatriz Santander.

“Es la segunda escuela de este tipo que hubo en la provincia; la primera está en Viedma”, añadió Elizabeth Treuque, docente de mecánica automotriz y maestra de enseñanza práctica en cuidado de niños.

La institución, en la actualidad, divide su funcionamiento: en Albarracín 245 se encuentran las aulas-taller; en Palacios 850, el sector administrativo y los salones donde se brinda la teoría.

Para los docentes, una posibilidad sería definir como espacio propio el edificio de Albarracín, ya que consideran que hay lugar para construir con el fin de que toda la actividad se desarrolle en esa dirección.

Cabe destacar que la cursada es de dos años. Las opciones son diversas: auxiliar en cocina, experto chocolatero, auxiliar en peluquería, auxiliar en mecánica automotriz, cuidador domiciliario, auxiliar en electricidad automotriz, empleado de comercio calificado, experta en cuidado de niños y promotora educativa, operador de PC para la informática y la gestión... y está por confirmarse, para 2023, el de auxiliar en farmacia, que reemplazaría a cosmetología. Porque, según la necesidad que observan en la ciudad, los docentes proponen al Ministerio de Educación y Derechos Humanos de Río Negro qué añadir y se retira aquel oficio en el que se apreció menor interés en los últimos años.

Uno que, al contrario, por el aumento de su salida laboral, ha sido muy convocante en estos tiempos es el de cuidador domiciliario, según destacó el vicedirector Néstor Sensán.

Las edad mínima para ingresar a la escuela es de dieciocho años, salvo, justamente, para ser cuidador domiciliario, donde se pide tener al menos veintiuno.

Elizabeth Treuque recalcó que las edades de quienes llegan a la institución son variadas. “Hay un hombre de setenta y pico que estudia para operador de PC”, contó, a modo de ejemplo.

Santander, por su parte, manifestó que hay gente que llega también “con estudios terciarios y universitarios, porque el oficio abre más puertas”.

Treuque, en tanto, recalcó: “Hay muchos estudiantes de lo que nosotros llamamos en inclusión, que a veces llegan derivados de las escuelas especiales. Así, se le da una herramienta a una persona que suele tener un mercado laboral muy reducido, para que pueda por lo menos trabajar desde su casa”.

En el marco de la festividad de las escuelas técnicas, en Albarracín 245, el miércoles se hizo la muestra de los oficios de primer año, y el jueves, de los de segundo.

El viernes, en tanto, será el turno de un festival infantil, en Palacios 850, para el oficio de experta en cuidado de niños y promotora educativa comunitaria.

La copa tan ambicionada... ¡es de chocolate!