La amistad puede ser un factor importante en el bienestar de las personas. Tanto la soledad como el aislamiento social se asociaron con un mayor riesgo de condiciones como depresión, ansiedad o enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.

Un metaanálisis de 2010 dirigido por Julianne Holt-Lunstad, profesora de psicología y neurociencia en la Universidad Brigham Young en Estados Unidos, concluyó que la soledad es tan dañina para la salud física como fumar 15 cigarrillos al día.

Respecto del número “ideal” de amigos Holt-Lunstad indicó que “es una pregunta natural”. “Al igual que tenemos pautas y recomendaciones sobre la cantidad de horas que dormimos y qué tan activos somos físicamente, esto es relevante para la salud”, agregó.

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Si bien la especialista admitió que no hay muchos estudios que hayan abordado específicamente esta cuestión, la información disponible permite ofrecer un rango.

“Si su objetivo es simplemente mitigar el impacto dañino que la soledad puede tener en su salud, lo más importante es tener al menos una persona importante en su vida, ya sea una pareja, un padre, un amigo u otra persona”, expresó Jeffrey Hall, un profesor de estudios de comunicación en la Universidad de Kansas.

Por otra parte, un estudio de 2016 sugirió que las personas que tienen seis o más amigos mejoraron su salud a lo largo de sus vidas. En esa línea, otra investigación de 2020, realizado por Suzanne Degges-White, profesora y directora del departamento de Consejería y Educación Superior de la Universidad del Norte de Illinois, encontró que las mujeres de mediana edad que tenían tres o más amigos tendían a tener niveles más altos de satisfacción general con la vida.

Degges-White también realizó una encuesta a 297 adultos y encontró que el 55% de los participantes creía que tener dos o tres amigos cercanos era lo ideal. Asimismo, el 31% pensaba que la meta era tener entre cuatro y seis.

De todas formas, se debe tener en cuenta que la amistad y la intimidad son subjetivas y no hay una escala ampliamente utilizada para que los investigadores puedan definir esos conceptos en todos los estudios. Incluso Degges-White añadió: “En tu corazón, sabés la diferencia”.