La empresaria mediática tenía que retornar a Europa a reencontrarse con su familia, pero pasaron cosas.

La larga estadía de Wanda Nara en Buenos Aires fue a full con grabaciones, reuniones, salidas, amigos y hasta un posible romance, todo a la altura de lo que es la empresaria en su vida, un torbellino.

Previo a subirse al avión que la iba a depositar en Turquía para reencontrarse con sus hijos y su ex pareja, Mauro Icardi, Wanda frenó ante la prensa y terminó dando un móvil exclusivo en el programa LAM, de Ángel de Brito.

Allí tocó todos los temas y fiel a su estilo no esquivó ninguna situación, contestó todo comenzando con el affaire que se le adjudica con L-Gante y que tanto dolores de cabeza causó en Turquía en el seno de su familia, con Mauro y sus hijos mayores Valentino y Constantino.

“No estoy de novia, es una relación buena onda”, aclaró sobre el cantante cumbiero y luego le consultaron si era una amistad con sexo, Wanda seriamente respondió: “No, yo no soy tan liberal. No lo conocía y en este viaje lo conocí mejor. L-Gante nunca durmió en mi casa, siempre nos vimos en grupo”.

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Sobre la reacción de Icardi y el hecho de no dejar a los chicos afuera de todo esto, la blonda sostuvo: “Los grandes tenemos que aprender a alejarlos y eso lo hice siempre. Nunca les hablé a mis hijos mal de nadie”.

Además, sin que se la dejaran pasar, le pidieron a Wanda que de su visión sobre la fuerte situación donde Mauro en medio de un vivo de Instagram y ante miles de seguidores, la denominó el hazmerreír del mundo.

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“Seguramente se alimentará de los comentarios que hacen ustedes (la prensa). Me conoce muy bien y sabe qué clase de persona soy. No entendí porque habló de chantaje”, sostuvo muy seria y luego remarcó: “Vi una persona desbordada, yo no lo hubiera hecho”.

Firme, con gesto adusta y lejos del doble sentido, Wanda Nara enfrentó a la prensa y dio su versión de los hechos, aclarando lo de L-Gante y poniendo mucha cordura en lo que respecta a su relación con Icardi y el enojo que tiene su marido para con ella por su vida en Buenos Aires.