El actor está muy feliz con su nuevo desafío y para crear no hay nada mejorar que un hogar, dulce hogar.

La casa donde se vive es el refugio a todos los sueños. Estar en un lugar cómodo, apacible y muy humano es lo que hace a que las personas puedan reflexionar, disfrutar, divertirse e ir diagramando sus próximos pasos.

Gonzalo Heredia ya tiene probada su calidad como actor en infinidades de tiras televisivas y también en obras teatrales donde mostró toda su versatilidad para la actuación y también su costado sensible referido al arte, el cual no solo se trata de la ficción actuada.

Entre sus gustos personales también está la lectura y la escritura, siendo esto último lo que más lo moviliza desde hace un tiempo y en lo que está inmiscuido en estos últimos meses, lejos de las tablas de la calle Corrientes.

En su casa, ubicada en la zona norte del Gran Buenos Aires, Gonzalo tiene muchos lugares favoritos, pero sin dudas que la biblioteca enorme que comparte junto a Brenda Gandini es uno de sus mayores tesoros.

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En su nuevo rol de escritor, también tiene una Remigton, una máquina de escribir antigua que le da un toque a ese espacio literario que tiene la morada y de la cual el actor está orgulloso y seguramente pase buena parte de tiempo allí.

El living que tiene la casa es uno de los espacios más utilizados para los posteos y está al lado de la biblioteca con unos cómodos sillones en tono claro que combinan con las paredes pintadas de color blanco con ladrillos a la vista.

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Retornando a su nueva ocupación, el actor publicó hace un par de meses un tweet en el que la Universidad de 3 de Febrero le había aceptado la solicitud para integrar el Programa de Maestría en Escritura Creativa. Una noticia que lo alegró y lo enfocó de llenó en esta área.

La relación de Heredia con la escritura ya viene progresando desde hace años y cuenta con dos novelas publicadas como Construcción de una mentira, en el 2018 y el año pasado sacó El punto de no retorno.