La guerra entre periodistas deportivos no tiene fin y el conductor volvió a la carga contra su colega, ahora por una situación en particular.

El año pasado cuando Fox pasó a manos de ESPN, hubo un programa donde estaban todos juntos, Alejandro Fantino moderando como conductor, Mariano Closs a su derecha, Luciana Rubisnka, Oscar Ruggeri, Miguel Simón y Diego Latorre entre otros.

Era una mesa redonda donde se debatía de fútbol con los argumentos amarillistas y sensacionalistas que imponía Fantino con el pie de Ruggeri y el análisis y sensatez de Closs, en un tono más bajo.

A lo lejos estaba Miguel Simón queriendo analizar cuestiones tácticas y de números, que terminó siendo trendic topic por la mescolanza de estilos que metió ESPN en ese programa. La gente veía que no iban todos juntos, pero no se esperaban esta guerra mediática que se desató ahora con la salida del rubio hincha de Boca.

En su nueva plataforma digital, Alejandro Fantino volvió a disparar contra Mariano Closs y ya a esta altura no se distingue si hay un verdadero odio o simplemente quiere darle prensa a su nuevo proyecto a costas del relator de la famosa frase “y va el tercero”.

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En la semana tanto Mariano como Sebastián el Pollo Vignolo, tildaron a Fantino de alcahuete, no directamente, pero sí sin nombrarlo en uno de los pases que se dan todos los mediodías entre F12 y F90.

Ahora el que respondió fue el santafesino y utilizó la salida de Marcelo Gallardo para pegarle a su excompañero. “Hoy estaba viendo el velorio de Closs, el velorio de ese muchacho cuando le avisaron que se iba Gallardo. Mariano estaba en un velorio, le faltaba la corona”, arremetió.

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Para todo el mundo del fútbol, la partida del entrenador más ganador de la historia de River fue un baldazo de agua fría luego de ocho años y medio. Para Fantino, aunque pondera al Muñeco, no lo tomó tanto por sorpresa, pero sí se encargó de burlar por esta situación a Mariano.

“Creo que le dieron un poco de jamón crudo, después que se enteró que se iba Gallardo. Nunca vi una cosas así, pobre Mariano, me sentí mal por él”, cerró Fantino y puso un ladrillo más en la pared que ahora divide dos periodistas consagrados en el mundo deportivo.